Con la llegada de la pandemia por coronavirus, también llegaron un montón de recomendaciones para prevenir el contagio y evitar más casos; estrechar la mano, besar en la mejilla o abrazar son consideradas acciones de riesgo; ¿pero qué pasa con actividades como las de un club swinger?
Mientras que muchas personas intentan reducir al máximo sus salidas o evitan congregarse, en México se tiene conocimiento de que aun en medio de una pandemia este tipo de fiestas sexuales se siguen llevando a cabo.
Hablamos con dos administradores de clubes con giro swinger y nos contaron cómo le están haciendo frente a la crisis económica, social y sexual. Porque como ellos mismos lo comentan, las interacciones sexuales también se han visto afectadas por el coronavirus.
Los clubes swinger son populares desde hace poco más de dos décadas en México, se caracterizan por recibir a parejas que buscan tener un intercambio con otras parejas o con las mujeres u hombres solteros que acuden a ellas.
La finalidad en muchos casos es la de sostener encuentros sexuales con “desconocidos”. Si esto por sí solo ya implicaba un riesgo con respecto a las enfermedades de transmisión sexual, ahora implica un doble o triple riesgo por el temor a interactuar con una persona que sea portadora del nuevo virus SARS-CoV-2.
De acuerdo con la información de estos administradores, que solicitaron mantener su identidad en el anonimato, más de un club de este giro no paró sus actividades desde marzo, otros prefirieron cerrar hasta nuevo aviso -o hasta que las condiciones de salud lo permitan-; mientras que algunos más se las ingenian para seguir recibiendo parejas que buscan quitarle un poco de monotonía a su rutina.
Pero también hay organizadores como la popular “Casa Swinger” que se ha dedicado a hacer transmisiones en vivo para sus miembros exclusivos, a quienes les cobran una módica cantidad para disfrutar de estos shows sexuales y al mismo tiempo ayudar al mantenimiento y supervivencia del club.