Ya sea por elección propia, separación o divorcio, en la actualidad son muchos los padres que deciden deslindarse de sus responsabilidades, afectando gravemente el desarrollo y crecimientos de sus hijos según la psicología.

Y es que aunque algunos de los menores siguen teniendo el apoyo y la presencia de sus madres en casa, no es suficiente, pues siempre será necesario contar también con la figura de un papá.

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Ante la falta del mismo, los expertos aseguran que tanto niños como niñas pueden presentar una depresión temprana, episodios de furia, enojo y coraje, llegando afectar a terceros o a las personas de su entorno.

Asimismo, su autoestima se ve dañado en la mayoría de los casos, ya que al sentir el rechazo de sus padres, buscan sentirse aceptados por otros, transformándose en seres humanos inseguros y con múltiples dudas.

Las preguntas más comunes que suelen hacerse quienes tienen padres ausentes van desde el “¿será que no soy suficiente?”, “¿por qué mi padre nunca está?”, “¿hay algo malo en mí?”, hasta llegar a pensar que nadie los quiere.

Por otra parte, los pequeños también presentan consecuencias en el futuro, tales como la dependencia emocional, peleas constantes con la gente de su alrededor, poca tolerancia, entre otras.

¿Cómo ayudar a un menor con un padre ausente?

Pese a que es imposible que los afecte, él o la menor si pueden crecer sin tener que sufrir daños mayores como los antes mencionados, siempre en cuando se tomen en cuenta los siguientes consejos:

• Acudir a terapia.

• Tener paciencia y hablar con él/ella sobre cómo se siente.

• Pasar tiempo de calidad con el/la menor.

• No realizar comparaciones.

• No hablar mal de su papá mientras escucha.

• Enseñarlos a poner límites.

• Practicar ejercicios que fortalezcan su seguridad y autoestima.