‘Fayuca’, una palabra tan común como singular, que es muy usada como conocida para la sociedad mexicana. Esta hace referencia a un lugar donde puedes comprar ropa o distintos objetos a un precio muy bajo. Pese a que parece una palabra inventada, la realidad es que su origen es más que curioso. Te contamos el origen de la ‘fayuca’.
La Real Academia Española apunta que en México se utiliza para hablar de algo que es de “contrabando”. Asimismo, se agrega que es una vocablo femenino que refiere concretamente a la ”introducción de mercancías sin pagar aduana”.
El escritor mexicano Arturo Ortega Morán explica que en México en un principio se utilizó la palabra “bayuca”, que al poco tiempo se convirtió en “fayuca” cambiando la inicial de una ‘b’ a una ‘f’. El primer nombre se debe a que el origen de esta palabra se encuentra en la voz latina badius o badium, que quiere decir “color amarillo oscuro y también rojizo oscuro”. Badius derivó de bazo, “que por la coloración dio nombre al órgano y también a un tipo de pan moreno, que pasó a ser pan bazo y luego en México acabó en pambazo”.
Según el mismo autor, la palabra Fayuca fue usada para nombrar a las cosas que eran ingresadas al territorio de contrabando debido a que en las cárceles se empezó a llamar así a las ‘tiendas improvisadas que ciertos reos montaban en los patios para vender baratijas a otros prisioneros’.
Con el tiempo la palabra se fue asociando con el comercio de “baratijas”. En el norte de México se empezó a utilizar el nombre de “fayuqueros” para referirse a los “personajes que recorrían los pueblos, primero en burros y luego en trocas, vendiendo mercancías casi siempre de contrabando”, la particularidad de estos productos eran que tenían un precio más bajo que el de la competencia ya que eran traídos desde Estados Unidos.
El investigador Efrén Sandoval, esta práctica pronto se empezó a extender por toda la República Mexicana, lo cual provocó que iniciara “la invasión de la “fayuca” y se le conociera como un mercado rodante”. Este movimiento nació en los años sesenta y momento en que el gobierno intervino para regular este comercio. Posteriormente comenzaron a surgir organizaciones responsables de delimitar las zonas de tianguis y mercados.
Debido a que las regulaciones del gobierno cada vez eran más estrictas, se hizo más difícil poder vender estos productos y con el tiempo, los comerciantes decidieron regresar a las viejas prácticas y empezaron a ofertar sus productos a escondidas.
El ejercicio se hizo tan popular que era común escuchar a los vendedores y consumidores referirse a los productos como ‘es de la fayuca’ para garantizar la calidad-precio.