¿Cuál es el origen del Día del Niño en México?

Un día para celebrar su alegría, inocencia y potencial, pero también para reflexionar sobre los retos que aún enfrentan y renovar nuestro compromiso con su bienestar. ¿Cómo comenzó esta celebración?

Fernando Escobar / El Sol de La Laguna

  · lunes 29 de abril de 2024

Un día para celebrar su alegría, inocencia y potencial, pero también para reflexionar sobre los retos que aún enfrentan y renovar nuestro compromiso con su bienestar. ¿Cómo comenzó esta celebración? / Foto: Canva

México se viste de fiesta para conmemorar el Día del Niño, una fecha que nos recuerda la importancia de la infancia y la responsabilidad que tenemos como sociedad de proteger a los más pequeños. Un día para celebrar su alegría, inocencia y potencial, pero también para reflexionar sobre los retos que aún enfrentan y renovar nuestro compromiso con su bienestar. ¿Cómo comenzó esta celebración?

La celebración del Día del Niño en México se remonta a 1924, cuando el entonces presidente, Álvaro Obregón, y el secretario de Educación Pública, José Vasconcelos, decretaron el 30 de abril como una fecha especial para honrar a los infantes del país. Esta decisión histórica buscaba no solo brindarles un día de alegría y esparcimiento, sino también reconocer su importancia como el futuro de la nación.

Aunque la fecha oficial del Día del Niño en México es el 30 de abril, cabe recordar que el 20 de noviembre se conmemora el Día Universal del Niño, establecido por la Asamblea General de la ONU en 1959. Esta fecha nos recuerda que la protección de la infancia es un desafío global y que todos tenemos la responsabilidad de velar por sus derechos.

Un recordatorio de los derechos de la infancia

En un mundo donde la niñez aún enfrenta múltiples desafíos, como la falta de acceso a educación, salud, alimentación y protección, el Día del Niño se convierte en una oportunidad para alzar la voz por los más vulnerables. Es un llamado a la acción para que trabajemos juntos en la construcción de un mundo donde todos los niños puedan disfrutar de una vida plena y feliz.

A pesar de los retos que persisten, tenemos la esperanza de que las nuevas generaciones puedan crecer en un entorno más justo y equitativo. Es nuestro deber garantizarles el acceso a la educación, la salud y las oportunidades que necesitan para desarrollar todo su potencial.

Celebremos el Día del Niño con alegría y responsabilidad, pero sobre todo con el firme compromiso de construir un futuro mejor para nuestros niños, el futuro de nuestro país y del mundo. ¡Feliz Día del Niño!