Las recientes labores de rescate por los mineros atrapados en Sabinas reabrieron viejas heridas sobre otras tragedias mineras de nuestro estado. Sí bien, Pasta de Conchos es la más recordada, la realidad es que no es la más grande de las que se tiene registro, entonces ¿cuál es? Te presentamos la tragedia de Barroterán, la mina que cobró la vida de más de 100 personas.
Era marzo de 1969, una explosión en Barroterán retumbó por todo el pueblo. Los testigos detallaron que una columna de fuego ascendió hasta el cielo como queriendo devorar las nubes. Segundos después sólo quedó humo y confusión. ¿Qué sucedió?
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La Explosión de 1969 en mina de Barroterán, Coahuila
Corría el 31 de marzo de 1969 y en Barroterán una explosión de gas terminó con la vida de 153 hombres. Se trata de la mayor tragedia minera en los últimos 100 años de la región carbonífera de Coahuila. Debido a esta explosión se comenzaron a registrar de mejor manera a los fallecidos, pues no era la primer tragedia en la zona por la extracción de carbón, ya que la región siempre ha estado asociada con este mineral, así como con la muerte.
Araceli, una mujer entrevistada por ElPaís detalló cómo fue la explosión en Barroterán “Me acuerdo cuando explotó. Vivíamos en el Barrio Cuatro y oímos un sonido muy feo. Mi hermano andaba de primera y mi papá en el segundo. A mi papá le tocó. Salí para la mina, se miraba un humo negro en esa dirección. Sí vieran cómo duró eso… los señores quedaron debajo de la tierra o murieron quemados” la mujer recordó que con solo ocho años de edad vio como el cadáver de su padre fue sacado hasta el cuarto día de rescate ya en una caja ‘Mi hermano quedó un día entero esperando en la mina […] sí vieras que mal se puso mi mamá’.
Barroterán: el dolor de las familias luego de la explosión
Según explica la organización Familia Pasta de Conchos, aquel 31 de marzo de 1969 sucedieron dos explosiones de gas en las Minas 2 y 3 de la empresa estatal Compañía Minera de Guadalupe de su División de minas de Barroterán, Coahuila.
Los trabajadores en ese entonces estaban sindicalizados en el Sindicato de Trabajadores Mineros, Metelúrgicos, Siderúgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSSRM) que era presidida por Napoleón Gómez Sada, padre de Napoleón Gómez Urrutia.
Pese a estar sindicalizados, los trabajadores no estaban registrados ante el IMSS, con el argumento de que los servicios médicos era proporcionados por la empresa, pero las clínicas eran subrogadas al mismo sindicato. Lo que significaba que los trabajadores no contaban con prestaciones sociales y no recibirían incapacidad permanente por el accidente, invalidez o enfermedad, además de no poderse jubilar.
Explosión en mina de Barroterán y el eco internacional
Luego de la explosión Barroterán nunca volvió a ser el mismo, pues el pueblo pasó a ser un cementerio, así como un enorme homenaje a los mineros caídos, con estatuas y rotondas en honor a los fallecidos. La tragedia fue tan impactante, que la edición española de la revista Life la llevó en su portada con el titular El infierno de Barroterán junto a la fotografía de uno de los mineros que participaron en el rescate.
