Coahuila puede llegar a ser un lugar misterioso y lleno de leyendas. Ya sean fantasmas, apariciones o hasta pactos con el diablo, son variadas las leyendas que habitan este estado al norte de la República. A continuación te contamos algunos de los lugares más terroríficos del Coahuila.
Los lugares que más intriga y temor ocasionan a los coahuilenses suelen ser antiguos y con una vasta historia. Desde haciendas embrujadas hasta ánimas que ocasionan accidentes en carretera. Estos son los lugares más misteriosos y terroríficos de Coahuila.
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Hacienda de Santa María
Ubicada en Ramos Arizpe, esta hacienda fue parte importante en la historia de México en los siglos XVIII y XIX, pues era el destino de paso de muchos viajeros en el norte de la república.
La hacienda fue fundada en el año 1674 durante la incursión militar de conquista de la región de Coahuila, liderada por el capitán Francisco de Elizondo relatada por el misionero franciscano Fray Juan Larios. Los habitantes de la región, los coahuiltecos, fueron expulsados de sus tierras tanto por los conquistadores desde el sur como por los ataques de los apaches desde el norte.
Según cuentan los pobladores, cuando cae la noche se pueden ver a visitantes extraños llegando a la hacienda. Nadie sabe quienes son o que llegan a hacer, pero no son pocos los testimonios que detallan estas extrañas apariciones.
La curva de la Morena
Con el pasar de los años, los mismos habitantes se percatan de coincidencias o sucesos extraños que pasan de boca en boca. Tal es el caso de la llamada Curva dela Morena, un lugar donde se han reportado decenas de accidentes fatales en los cuales la explicación más lógica no satisface a los más escépticos.
Llamada así por su supuesta primera víctima, quien llevaría como nombre ‘La Morena’. Hasta el año 2019 se contabilizaban por lo menos 30 accidentes con 10 fallecidos en este lugar. Cabe aclarar que las mismas autoridades desestiman cualquier teoría fuera de lo normal para los accidentes.
Según diversos estudios, los accidentes se deberían a errores humanos, sumados a la falta de alumbrado público, alcohol, fallas mecánicas y poca precaución. Aunque esto no evitó que su leyenda perdurara en la mente de los coahuilenses, mismos que evitan esa zona o la cruzan con suma precaución.