Son pocas las personas que conocen sobre la existencia de este personaje, se dice que pertenece a la historia moderna de la celebración; sin embargo, hay quienes hasta le escriben cartas al Ángel de la Navidad. ¿Sabías de él?
Historias que se han ido contando de boca en boca, incluso antes de la difusión masiva del Ángel de la Navidad, señalan que “llega” o “baja del cielo” el día 21 de diciembre.
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Como si hicieras una carta a Santaclós, puedes escribirle también una carta al ángel, haciéndole peticiones de todo lo bueno que quieras para ti y tus seres queridos, sin que se trate necesariamente de algo material.
Cómo surge el Ángel de la Navidad
La historia bíblica hace referencia a “La anunciación” del Arcángel Gabriel a María de que será la madre del Hijo de Dios, dando inicio así a los sucesos que culminan el 25 de diciembre, conocido como la llegada de la Navidad, el nacimiento de Jesús.
Pero el Ángel de la Navidad no es el Arcángel Gabriel, sino quien lo acompañó a hacer el anuncio y se quedó para convertirse en la Estrella del Oriente, que sirve de guía para llegar a donde está Jesús recién nacido.
El solsticio de invierno ocurre el 21 de diciembre y ha sido, después de estudios de numerología durante siglos, la fecha establecida para la llegada de este personaje.
Échale un buen rollo sin miedo
Quienes han investigado y han empatizado con el Ángel de la Navidad le escriben para agradecerle lo que han vivido y pidiéndole deseos; puedes echar mano de tu creatividad y explayarte en un discurso dirigido a él, pero si eres más estructurado, y lo tuyo es tener una especie de tutorial o guion para dirigirte a él, puedes hacerle siete peticiones para la humanidad y el universo; siete para tus familiares y amigos, y siete más para ti; así sumarás el número 21, del día en el que llega.
Si seguimos con el estricto proceso para comunicarte con él, deberás usar papel amarillo o dorado y una pluma o plumón de tinta dorada; pero si lo tuyo es un estilo más relajado, utiliza lo que tengas a tu alcance.
Como sucede con todos los deseos, para evitar sorpresas o no decir que no era eso lo que pediste, debes ser muy específico y escribirle al Ángel de la Navidad qué es lo que deseas y cómo, no escatimes en detalles; puedes usar fechas, cantidades y nombres exactos.
Cuando termines tu carta con los 21 deseos, doblas la hoja y la pones en un recipiente con arroz, agradécele lo concedido (si te has dirigido a él en otras ocasiones); si eres primerizo, dile que te conceda lo que le pides con la convicción de que así será.
No sólo hay quienes escriben una carta
Hay otras tradiciones que se han ido revelando relacionadas con este personaje de la Navidad; consisten en poner un ángel en tu arbolito, ofrecerle pan y otros dulces; preparar para él una mesa con más ángeles y velas doradas, también puedes comenzar a preparar los regalos que darás en esta celebración.
Hay quienes hacen limpiezas de energías en sus casas con velas e incienso, como una forma de purificación y para dar la bienvenida a un ser de luz que traerá la dulzura, la alegría, la esperanza y todo aquello que representa la Navidad.
El objetivo es usar una herramienta más para renovar nuestro espíritu en una fecha que tradicionalmente dicta que seamos sensibles y estemos dispuestos a hacer un cambio de página en nuestras vidas. ¿Te animas?