Todos amamos los buenos misterios, excepto a los científicos. Ellos están en una constante búsqueda de explicaciones racionales. A continuación te dejamos algunos de los misterios más grandes que la ciencia pudo explicar.
Desde el Triángulo de las Bermudas, hasta las rocas de Stonehenge, los misterios abarcan lugares, personas y situaciones. Algunas siguen rodeadas de misterio, mientras que otras ya fueron explicadas por la ciencia, dejando de lado ese halo de misticismo que en el pasado permeaba.
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El triángulo de las Bermudas
Conocido como una de las masas de agua más peligrosas del mundo, pero la ciencia ha demostrado que en realidad no da más miedo que cualquier otra parte del océano, no hay un misterio más allá. Pero entonces, ¿qué pasa con los barcos y aviones desaparecidos ahí?
Bueno, los registros de la Guardia Costera demuestran que muchas desapariciones fueron el resultado de nada más que un error humano, el fallo de barcos y otros sucesos naturales que pueden ocurrir en cualquier parte del mar. De hecho, según el gran tamaño que ocupa el Triángulo de las Bermudas, sería raro que no sucedieran desapariciones u otros accidentes.
La leyenda de Anastasia
Toda la familia del zar ruso Nicolás II fue asesinada en el año 1918. Luego del sangriento momento, el cuerpo de la hija adolescente del zar, Anastasia, no fue encontrado, por lo que comenzó a teorizarse que esta habría escapado. Esta versión se mantuvo gran parte del siglo pasado, por lo que la gente mantuvo viva esa esperanza.
En 2007, según Biography, un posterior análisis de ADN identificó de forma concluyente que el cuerpo de Anastasia estaba en una tumba separada.
Stonehenge
Dos de los mayores misterios que rodearon a Stonehenge eran el cómo y por qué la gente creó ese monumento. Ambos misterios parecen haber sido resueltos por un arqueólogo que publicó sus hallazgos en el Journal of British Archaeology. Según este arqueólogo, las dos piedras más grandes no fueron colocadas por humanos, sino que habían estado en su lugar durante millones de años antes de que los humanos decidieran producir un monumento a su alrededor.
El ‘extraterrestre’ de Atacama
Corría el año 2003, y en el desierto de Atacama, en Sudamérica, se descubrió un misterioso esqueleto de solo seis pulgadas de alto, 10 costillas y cuencas oculares gigantes, además de un cráneo puntiagudo. A todas luces pareciera un ser de otro planeta, ¿no?
Bueno, lamentablemente para los fanáticos de lo desconocido, un grupo de investigadores de California llevaron a cabo un análisis de ADN que determinó que se trataba del esqueleto de un ser humano con mutaciones genéricas graves.