El dátil, conocido como “el fruto del desierto”, es rico en vitaminas y minerales; es alto en azúcares, pero con bajo índice glucémico, por lo que pueden dársele diversos usos y sobre todo de manera saludable.
La región Lagunera es un lugar propicio para su producción, debido a las condiciones climáticas que favorecen a la palma y el desarrollo del fruto, ya que son resistentes a las altas temperaturas, el clima seco, la falta de agua y sobre todo, que no es una región donde llueve con frecuencia.
Se produce principalmente en la Villa de Bilbao del municipio de Viesca, Pueblo Mágico de Coahuila, teniendo alrededor de 25 hectáreas; es lugar donde sus pobladores no solo viven de la producción agrícola, sino de algunas actividades relacionadas con el turismo, ya que en el lugar se encuentra el conocido paraje de Las Dunas de Bilbao.
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En este pueblo datilero y turístico, se ha sabido aprovechar la riqueza y versatilidad del fruto; la gente que lo produce le otorga un valor agregado mediante la elaboración de diversos productos que además de altos en contenido energético y nutricional, son un atractivo y referente de la zona para todos los visitantes locales y foráneos.
Melitón Fernández González es productor de dátil en Bilbao; tiene 30 años realizando esta labor en las palmas que se ubican frente al ejido y a un costado de las Dunas: su esposa María Félix Reyna Adriano desde hace 10 años comenzó a preparar variedad de recetas caseras con el fruto y poco tiempo después comenzó a comercializarlos.
Elabora mermeladas, dulces de tamarindo con dátil y chile, dulces cremosos de dátil, dátiles deshidratados, miel, empanadas rellenas, pan e incluso salsas picantes para acompañar los alimentos, con base de chile morita y dátil, lo que le brinda un toque y sabor muy peculiar.
Las ventas son favorables para ellos, aunque la producción y comercialización no representan su principal sostén; sin embargo, una palma puede generar, durante la cosecha de un año, alrededor de 80 kilos de dátil, que se comercializa en alrededor de 100 pesos cada uno.
En el caso de los productos que elaboran, el costo aumenta debido al resto de los ingredientes que se utilizan y la mano de obra en su preparación; en el caso de los dátiles deshidratados, por los procesos de elaboración que se realizan también manualmente.
Don Melitón explicó que en la actualidad cada ejidatario realiza los distintos procedimientos, tanto de producción como de procesamiento y manejo del producto, ya que anteriormente existía una planta que concentraba todo el dátil para realizar la deshidratación automática, contaba con cuarto frío para conservarlo e incluso contaba con una cartera de clientes en varios lugares del país, hasta la Ciudad de México.
Este lugar cerró, pero aseguran los productores que la afectación no fue considerable, ya que cada productor cuenta también con sus contactos para comercializarlo y realizan por sí mismos los procedimientos de preparación del fruto.
Incluso, la producción en los últimos años ha bajado un poco, debido a que se ha disminuido la superficie del cultivo en la región, que actualmente es de unas 25 hectáreas en esta zona de Coahuila.
Se vende en diferentes municipios del Estado de Coahuila como Saltillo, Arteaga, pero incluso en otras ciudades como Monterrey o bien, se lleva a todas las entidades mediante eventos turísticos, principalmente las ferias de Pueblos Mágicos, en se manejan altas ventas del fruto y sus derivados.
Es un cultivo muy bondadoso, ya que no requiere mucha inversión; luego de ser plantadas, las palmas datileras pueden seguir produciendo incluso hasta por 100 años, además de que de la misma planta se implantan los conocidos como “hijos” que generan, para que surja una nueva planta que aproximadamente 7 años después estará rindiendo frutos.
“Estas palmas después de plantadas pueden transcurrir años, incluso quizás hasta varias generaciones y seguir produciendo el fruto; además no se requiere mucha agua para el riego que se hace por gravedad y puede hacerse en un lapso desde 15 hasta 30 días; así que es un cultivo muy noble y que además sí se vende bien”, agregó el productor.
Esto les permite hacer una reproducción constante de las plantas datileras y no es necesario adquirir nuevas palmas si se requiere incrementar la producción; solo hay que esperar el tiempo necesario para que puedan generar fruto, pero el proceso de trasplantación de los hijos de las palmas es constante cada vez que estos surgen.
“Una vez iniciada la producción no es tan costosa, las actividades que se llevan, tampoco son muy costosas; lo que sí es que una vez que establecemos una planta nueva, nos tarda como siete años para empezar a producir, ahí es donde está un poquito complicado, pero siempre tenemos palmas generando”.
En esta propiedad, durante un año producen entre 80 y 100 kilos de dátil aproximadamente, mismos que comercializan en 100 pesos cada uno de manera natural; en cuanto al dátil ya deshidratado, preparada y empacado, se vende en 60 pesos en charolas de medio kilo.
El fruto lo cosechan uno a uno de forma manual y no cortando el racimo total, sino que la cosecha se hace. Lo exponen en unas láminas galvanizadas en una sola capa durante 24 o 48 horas al sol, cubierto con polietileno blanco para que se deshidrate. Este proceso hace que su vida útil sea más larga, de ahí que sea un fruto que se vende seco.
También después de este procedimiento y de venderlo así, se deshuesa y muele para dar paso a la preparación de las recetas para productos caseros derivados del que son los dulces de dátil con nuez, la miel, salsas con dátil y otros productos más que luego son envasados a manera de conserva y que se comercializan en un local ubicado dentro del destino turístico de Las Dunas de Bilbao.
“Si tenemos bastante demanda de los productos aquí en las dunas, sobre todo porque es un destino turístico muy visitado; luego tenemos invitaciones por decir de la Universidad Antonio Narro, donde se abre las puertas a los productores del campo para mostrar y vender sus productos. También hay un evento anual aquí en Viesca sobre dátil, otros en la Universidad Autónoma de Coahuila y a nivel nacional los de Pueblos Mágicos, a donde llevamos toda la magia de Viesca”, comentó Melitón.
Los productores consideran que es un fruto que tiene mayor demanda por consumidores foráneos que de la propia región y lamentan la situación, ya que se desaprovecha en cierta forma la riqueza alimentaria del campo lagunero; es en otros estados donde más se pide para la venta, sobre todo para el sur o en el norte, es el caso de Nuevo León.
Entre los productos que más solicitan los compradores se encuentra la mermelada y los dulces, pero también el dátil solo deshidratado; sin embargo, las variedades que hacen estos fabricantes, ha llamado la atención de los turistas cuando son expuestos en algunos de los eventos mencionados.