Desde años anteriores, Coahuila ha sido testigo de diferentes milagros o sucesos extraños relacionados con la imagen de personajes religiosos, tales como la Virgen de Guadalupe y el niño Dios, quienes han protagonizado algunos relatos que a continuación te platicaremos.
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Aparece silueta de la Virgen en Parras
El pasado mes de noviembre de 2020, en el municipio de Parras, Coahuila, se registró un fuerte incendio en un negocio de bicicletas ubicado en la zona centro de la ciudad, mismo que pese a que provocó daños materiales, también trajo cosas buenas a la dueña del comercio.
Se trata de Ana Luisa Cárdenas, quien posterior al siniestro, se percató que en una de las paredes habría aparecido la silueta de la Virgen de Guadalupe, evento que también se consideró como un milagro y una señal divina para la propietaria de la bicicletería.
La Virgen que llora en Torreón
Un 26 de marzo del 2016, sábado de gloria en la colonia Moderna de Torreón, Edgar Contreras observó que la figura de la Virgen de Guadalupe en su hogar había comenzado a llorar, tomándolo por sorpresa a él y a toda su familia. Según describe el joven, las lágrimas desbordaron de los ojos de la Virgen como si de una persona normal se tratara.
Desde aquel instante hasta la fecha, la figura ha seguido llorando en diferentes ocasiones, por lo que cientos de laguneros acuden frecuentemente hasta esta para hacerle peticiones. Diversos testimonios corroboran que la también llamada Virgen de la Moderna ha cumplido más de 80 milagros.
El niño Dios que llora sangre en Torreón
A finales del mes de octubre de 2021, la figura de un niño Dios fue captada llorando sangre al interior de una vivienda en la colonia Ex Hacienda la Perla de Torreón.
Martha Franco Martínez, dueña de la imagen de cerámica, confesó que se dio cuenta que su niño Dios tenía sangre en los ojos mientras realizaba la limpieza habitual de su hogar, razón por la cual decidió llamar a sus hijas, esposo y una vecina para explicarles que era un milagro. Asimismo, cientos de laguneros acudieron hasta el domicilio para observar con ojos propios el fenómeno.
