En el escenario global de las divisas, el dinar kuwaití se erige como un símbolo de opulencia y estabilidad económica. Desde su introducción en 1960, esta moneda ha mantenido su posición como una de las más valiosas del mundo, inicialmente equiparada a una libra esterlina.
Esta relación, sin embargo, solo es un reflejo de la verdadera riqueza que respalda al dinar kuwaití: el petróleo.
Kuwait, un diminuto país estratégicamente ubicado entre Iraq y Arabia Saudí, ha prosperado gracias a sus vastas reservas de petróleo y a su papel como uno de los principales exportadores a nivel mundial.
Según la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el petróleo representa el 92% de los ingresos por exportaciones de Kuwait y el 90% de los ingresos del gobierno del país.
Esta abundancia de recursos ha convertido al dinar kuwaití en una moneda codiciada y respetada en los mercados financieros internacionales.
A lo largo de las décadas, el dinar kuwaití ha mantenido su fortaleza, resistiendo fluctuaciones y crisis económicas que han afectado a otras monedas. Su estabilidad y su poder adquisitivo continúan siendo testigos de la prosperidad que el petróleo ha traído a Kuwait, y su reputación como la moneda más cara del mundo sigue siendo indiscutible en los círculos financieros globales.