En 2008, la diócesis de Torreón se unió al selecto grupo de ciudades mexicanas que decidieron erigir monumentos en honor al Papa Juan Pablo II. La singularidad de la estatua de Torreón, según indicó el entonces obispo local, monseñor José Guadalupe Galván Galindo, radica en dos aspectos destacados: primero, la iniciativa provino de la autoridad civil, en este caso, el Ayuntamiento de Torreón; segundo, la estatua adorna el bulevar Juan Pablo II, ya bautizado en honor al "Papa mexicano".
Según trascendió, la obra contó con una inversión de 800 mil pesos, financiada por el Ayuntamiento de Torreón. La estatua, hecha de bronce, en memoria del Papa Juan Pablo II se erigirá como un regalo a la ciudad en conmemoración de los cien años que Torreón fue elevada a rango de ciudad. El lugar elegido para su emplazamiento será la rotonda del bulevar Juan Pablo II, según informó el alcalde José Ángel Pérez.
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La creación artística lleva la firma del escultor lagunero Álvaro Castaño Orozco, discípulo y sobrino de Raymundo Cobo Reyes, reconocido escultor mexicano. La estatua, que alcanza los tres metros 20 centímetros de altura, incluyendo su base, tiene un peso de 380 kilos.
La culminación de este proyecto se llevó a cabo el 16 de noviembre de 2008, fecha en la cual se develó la estatua, según compartieron las redes oficiales del Archivo Municipal de Torreón. La ceremonia de inauguración tuvo lugar en el bulevar que lleva el mismo nombre, en un acto que resalta el homenaje centenario a través de esta significativa obra conmemorativa.