El ejido Luchana es una comunidad rural impregnada de historia en el municipio de San Pedro, Coahuila. Entre sus tesoros arquitectónicos se destaca la Parroquia del Buen Pastor, considerada una de las más hermosas y bien construidas de la zona. Esta majestuosa iglesia, erigida en piedra hace más de medio siglo, es testigo de la dedicación y colaboración de la comunidad, especialmente durante el periodo en el que el padre Miguel Ángel Cervantes guiaba sus labores.
Los pobladores relatan con orgullo su participación en la construcción de esta impresionante parroquia. El padre Miguel Ángel incentivaba a los habitantes a participar en concursos para recolectar piedras provenientes del cerro Santiago y de los cerros de otros ejidos, como San Lorenzo. Dado que el ejido carecía de fuentes locales de piedra, se formaban grupos que se dirigían en camionetas a traer este valioso material para la construcción.
Todos los miembros de la comunidad se unían en comunión y contribuían con su granito de arena, o mejor dicho, con su piedra, para el avance de la construcción. Además, se organizaban diversas actividades, como quermeses en las que se elegía una reina, se vendían antojitos y se recaudaban fondos para pagar a los maestros albañiles encargados de la obra.
Cabe destacar que la parroquia destaca por su imponente tamaño y su construcción en piedra, pero también por su campanario, donde se encuentra una campana de dimensiones y peso considerable, cuyo repique se escucha a gran distancia. Además, en las cercanías se ubican la casa y las oficinas del sacerdote, completando el conjunto religioso.
La Parroquia del Buen Pastor en el ejido Luchana se alza majestuosa en el corazón de la comunidad, siendo un símbolo del catolicismo y un recordatorio del espíritu de colaboración y fe que caracteriza a sus habitantes. Su historia y magnificencia continúan asombrando a aquellos que la visitan, dejando una huella imborrable en la identidad de la comunidad y en la memoria de quienes aprecian su belleza arquitectónica.