Gómez Palacio, Durango.- De seguir con el corte indiscriminado de árboles en la zona urbana o ejidal y la tala clandestina de bosques, muy pronto nos convertiremos en refugiados ambientales, primero porque seguimos dañando nuestro ecosistema que conlleva a un mayor calentamiento del planeta y segundo porque la calidad de nuestro oxígeno se va deteriorando paulatinamente que al combinarse con gases u otras sustancias agresivas, provoca un cambio climático drástico que reflejan, nevadas en verano y lluvias atípicas que en ocasiones se convierten en trombas o en huracanes y ciclones en temporadas inusuales.
Gustavo Acosta Vázquez, director de Ecología en Gómez Palacio, advierte que en el 2030, de acuerdo a especialistas, de alcanzar dos grados más el calentamiento del planeta, habrá serios problemas, porque habrá deshieles, incendios y problemas climáticos que causarán alarma en cualquier país.
“No es para crear pánico, porque ya lo estamos viendo y viviendo y claro que se debe a que no cuidamos a tiempo el territorio en que vivimos, de ahí la importancia de comenzar de cero, forestado y reforestando, que es una operación esencial para la supervivencia de los seres vivos y animales”, comentó.
En Gómez Palacio se han plantado 39 mil árboles y antes de que concluya la administración, se tiene planeado sembrar otros dos mil árboles, “aunque no son los suficientes que quisiéramos, ya que de acuerdo a la ONU, se recomiendan tres por cada vivienda y en este sentido estamos hablando de alrededor de 960 mil”.
Es tiempo de salvar nuestro planeta y por ello evitemos su degradación y cumplamos con las normas ambientales
Gustavo Acosta Vázquez, director de Ecología
Pero cuando menos una vivienda tiene uno o dos, porque hay personas conscientes que destruirlos ocasiona a que la masa verde se eche a perder, provocando además que el dióxido de carbono que expulsamos al respirar poco a poco pierde la oportunidad de transformarse en oxígeno.
Le recomendamos leer también:
Sin árboles y plantas, la fotosíntesis (proceso químico rico en energía) se daña y reforestar también significa crear extensiones de bosques para que los árboles atrapen y eliminen partículas contaminantes, como el polvo, humo, cenizas y todo lo que es nocivo para el pulmón, expresó el director de Ecología.
Sin reforestación, el efecto invernadero aumenta y el calor de la tierra se retiene en la atmósfera, debido a que los gases que pululan en su alrededor no permiten que sea liberado, lo que también atrae precipitaciones pluviales con viento fuerte que después se puede convertir en granizo.
Entonces, es necesario forestar y reforestar, porque un árbol produce oxígeno, sombra y un ambiente agradable, de ahí que sigamos exhortando a la población a que busque en adopción un árbol o bien lo adquiere en la Jabonera La Esperanza, ya que la meta es plantar otros dos mil antes de septiembre.
