/ viernes 12 de enero de 2018

Recrean a la Antártida en Guadalajara y nacen los primeros pingüinos adelie

Tres polluelos viven bajo la protección de sus amorosos padres en el único zoológico en América Latina donde se mantiene esta especie

El Zoológico de Guadalajara se convirtió en el hogar de los primeros nacimientos de pingüinos Adelie en Latinoamérica. Desde la primavera del 2015 y a la fecha esta especie de la Antártida ha encontrado condiciones para reproducirse, bajo la supervisión de un equipo técnico.

Es el único zoológico en América Latina donde se mantiene esta especie, y la tercera institución en el continente, después de Sea World San Diego y Orlando.

Y es que desde su llegada el reto fue grande y el resultado no dejó der ser sorprendente, tanto así que los pingüinos, al sentirse con todas sus necesidades cubiertas como la correcta alimentación, clima adecuado, espacio suficiente, socialización con miembros de su misma especie y de otras, medicina preventiva y cuidados constantes hicieron sentir a los pingüinos seguros y cómodos para poder procrear.

Las parejas se fueron formando. Es una especie monógama y permanecen con la misma pareja toda la vida.

 

Después, empezó la convivencia y fue entonces que el pasado otoño, entre los meses de septiembre a octubre ocurrieron los apareamientos, dando por resultado la puesta de 6 huevos de tres parejas.

Los primeros huevos fueron infértiles, pero en la segunda puesta eclosionaron tres pollos, fuertes y sanos.

El primero pollito nació el 25 de diciembre. Sus Padres: Pippin y Blanquita. Tiene un peso de 440 gramos.

 

La eclosión del segundo pollito fue el 26 de diciembre -un día después y es hijo de Seth y Zoe. Pesó 532 gramos.

Pollito, el último y que pesó 206 gramos, nació después de dos meses, el pasado 3 de enero. Sus Padres son Marvin y Astrid.

Los tres pollos están siendo criados y alimentados por sus padres que toman turno para que mientras uno está en el nido, el otro pueda ir a nadar, alimentarse o descansar, ya que la crianza genera un gran gasto de energía en los pares.

Después de los 20 días de su eclosión empezaran a ser más visibles por momentos, en el nido, protegidos de los padres. Alrededor de los 60 días, tendrán prácticamente el mismo plumaje que sus padres y comenzarán a alimentarse por sí mismos.

 

El Zoológico de Guadalajara se convirtió en el hogar de los primeros nacimientos de pingüinos Adelie en Latinoamérica. Desde la primavera del 2015 y a la fecha esta especie de la Antártida ha encontrado condiciones para reproducirse, bajo la supervisión de un equipo técnico.

Es el único zoológico en América Latina donde se mantiene esta especie, y la tercera institución en el continente, después de Sea World San Diego y Orlando.

Y es que desde su llegada el reto fue grande y el resultado no dejó der ser sorprendente, tanto así que los pingüinos, al sentirse con todas sus necesidades cubiertas como la correcta alimentación, clima adecuado, espacio suficiente, socialización con miembros de su misma especie y de otras, medicina preventiva y cuidados constantes hicieron sentir a los pingüinos seguros y cómodos para poder procrear.

Las parejas se fueron formando. Es una especie monógama y permanecen con la misma pareja toda la vida.

 

Después, empezó la convivencia y fue entonces que el pasado otoño, entre los meses de septiembre a octubre ocurrieron los apareamientos, dando por resultado la puesta de 6 huevos de tres parejas.

Los primeros huevos fueron infértiles, pero en la segunda puesta eclosionaron tres pollos, fuertes y sanos.

El primero pollito nació el 25 de diciembre. Sus Padres: Pippin y Blanquita. Tiene un peso de 440 gramos.

 

La eclosión del segundo pollito fue el 26 de diciembre -un día después y es hijo de Seth y Zoe. Pesó 532 gramos.

Pollito, el último y que pesó 206 gramos, nació después de dos meses, el pasado 3 de enero. Sus Padres son Marvin y Astrid.

Los tres pollos están siendo criados y alimentados por sus padres que toman turno para que mientras uno está en el nido, el otro pueda ir a nadar, alimentarse o descansar, ya que la crianza genera un gran gasto de energía en los pares.

Después de los 20 días de su eclosión empezaran a ser más visibles por momentos, en el nido, protegidos de los padres. Alrededor de los 60 días, tendrán prácticamente el mismo plumaje que sus padres y comenzarán a alimentarse por sí mismos.

 

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