El corazón histórico de Ciudad Lerdo, Durango, resguarda un tesoro arquitectónico que ha sido testigo de los cambios a lo largo de los años. El Edificio Hernández Luengas, ubicado en lo que en su momento se llamó la avenida de la Reforma y hoy conocemos como Francisco I. Madero, junto a la calle Galeana, ahora Allende, es un símbolo de la riqueza histórica de esta ciudad.

Este majestuoso edificio fue erigido en 1875 por el empresario español vasco Ángel Hernández Luengas. Su contribución al desarrollo económico y social de la región en el siglo XIX es innegable. Fue un visionario que marcó una época al establecer el primer banco en la Comarca Lagunera, convirtiéndose así en un pionero en operaciones bancarias en la región.

El Edificio Hernández Luengas, además de ser el hogar de esta institución bancaria, también sirvió como la residencia de don Ángel. En la planta baja albergaba las oficinas de su banco y otros negocios de la época, mientras que en las esquinas cercanas se solían instalar puestos de vendedores ambulantes que ofrecían sus productos caseros.

Don Ángel Hernández Luengas no solo se dedicó a los negocios; también fue administrador y socio de la Compañía Agrícola Limitada de Tlahualilo, contribuyendo aún más al desarrollo económico de la región.

La estructura del edificio es impresionante, con dos plantas y 8 balcones coloniales que dan a las calles Allende y Madero. El edificio cuenta con 22 amplias habitaciones, 12 en la planta superior y 10 en la planta baja. A lo largo de los años, ha albergado diversos negocios y ha sido utilizado como vivienda o vecindad. En su entrada principal, presenta un zaguán con arcos de cantera, que conduce a un espacioso patio.

Además del Edificio Hernández Luengas, en la misma área, se encuentra otra construcción histórica de dos plantas con una fachada que mide aproximadamente 10 metros a lo largo de la calle Allende. Este edificio consta de 7 amplias habitaciones y ha tenido varios usos a lo largo de su historia, incluyendo la sede de la Escuela Comercial del Instituto Práctico de Comercio, fundada por el lerdense Mario Hernández Márquez.

Hoy en día, estos edificios históricos siguen siendo un testimonio vivo del pasado de Ciudad Lerdo y su contribución al desarrollo de la región. Su arquitectura colonial y su importancia en la historia local los convierten en verdaderas joyas del patrimonio cultural de la ciudad, que merecen ser preservadas y apreciadas por las generaciones futuras.