Torreón, Coahuila. – Para Víctor Arguijo Quezada, gerente de la funeraria “San Antonio”, la muerte es un proceso natural que todos vamos a experimentar cuando llegue la hora, incluso le había tenido mucho miedo a la muerte y conforme pasó el tiempo, este estado emocional lo denomino por completo.
Arguijo aseguró que nunca ha experimentado algo paranormal durante los 28 años que tiene dedicándose al servicio funerario; pero esto no quiere decir que no crea en casos extraños, que tenga que ver con fantasmas, espíritus que se aparecen en la noche, ruidos extraños u objetos que se mueven de un lugar a otro.
“Yo estoy cerca de las personas que fallecen, ya que en ocasiones las embalsamo, las visto y las maquillo y no me ha tocado hasta ahorita”, enfatizó.
Dijo que sí le han tocado algunas situaciones extrañas que tienen lógica, como cuando los cuerpos despiden gases, eructos y repentinamente mueven brazos o piernas, derivado a contracciones en el proceso de enfriamiento y rigidez.
“A mi no se me ha despertado y levantado ningún cadáver y quienes sí dicen que los han espantado adentro de la funeraria, son mis ayudantes, que aseguran que sí suceden cosas paranormales”, comentó.
Detalló que muchas personas le han preguntado que si tiene la sangre fría para estar con los muertos y no sentir miedo, a lo que les ha respondido que nunca ha deprimido sus sentimientos y conoce de cerca el dolor de un familiar cuando parte de este mundo.
“Trabajar con el cuerpo de un recién nacido o de un niño que por causas de enfermedad o accidente haya fallecido, a mi sí me quebranta”, explicó.
Víctor ha atendido los servicios funerarios de varios integrantes de una familia, como papá, mamá, hermanos, tíos, sobrinos, primos, incluso atendió el funeral de su propia hermana, experiencia que nunca se imaginó tenerla.
“Me dolió mucho haber atendido el funeral de mi hermana que murió por enfermedad hace cuatro años, incluso fui por su cuerpo al hospital, la vestí, la maquillé y la alisté para poner en su ataúd y siempre estuve con ella”, recordó tristemente.
Aseguró que no desea que la gente se muera, sino que desea que su negocio prospere, ya que siente que nació para atender a los dolientes, en el día más difícil de su día, ofreciendo un servicio alta calidad, en el que se sientan confortados y aliviados por la pérdida de algún familiar.
“Me gusta lo que hago, me da mucho gusto que los dolientes se sientan que damos un buen servicio y eso aminore un poco su dolor”, expresó.
Señaló que las personas que mueren en cualquier circunstancia, siempre tienen que ser respetadas, aunque ya no existan, deben ser tratadas dignamente.
