Aunque el Día del Perro tiene un origen un tanto triste, es un buen momento para resignificar este día y celebrar a esos integrantes peludos de las familias, que dan amor, compañía y lealtad a sus dueños. Se eligió el 21 de julio, porque en verano es la época en que más abandonos de mascotas se dan en la mayoría de los países.
En nuestro país existen alrededor de 23 millones de perros, de los cuales el 70 por ciento están en situación de calle; con esto, México se posiciona como el país con mayor población de perros callejeros de toda Latinoamérica, de acuerdo a datos del INEGI.
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En Torreón también se tiene un problema de sobrepoblación animal y en el caso de los perros, según la Dirección de Salud Municipal, hay alrededor de 100 mil y de éstos, el 30 por ciento son callejeros.
A pesar de este estremecedor contexto, todavía hay muchos humanos dando amor y atención a los amigos peludos, que entienden la importancia de proteger a los animales y les dan un lugar muy importante en sus familias.
El dueño equivocado
Miguel es amo de Cucho, un ser peludo que llegó a su vida por casualidad o quizá el destino les tenía destinada una vida juntos; era algo que no esperaba y que tampoco tenía contemplado yo tener un perro, pero llegó y el cariño pudo más que su desinterés por tener un perro en casa y siguió haciéndole compañía.
“Podría decir que ahora, tener otro perro, no, a él lo cuido, lo quiero mucho; pues es que nunca había tenido yo un perro así y tanto tiempo, pero es un hijo ya para mi Cucho”.
Lo compró su esposa para regalárselo a su hermano que vive en la Ciudad de México, pero nunca vino por él y pasaron los meses, mientras en la casa seguía el pequeño Cucho sin que nadie lo recogiera.
“Fueron pasando los meses y seguía creciendo y ya cuando vino por él, se le hizo imposible llevárselo a México y el perro se quedó aquí”.
Pero nadie le prestaba atención, estaba siempre solo, prácticamente, arrumbado en el jardín, lo que Miguel no consideró justo y comenzó a atenderlo y a sacarlo a pasear.
“La verdad es que en cuanto empecé a hacer eso me encariñé con él y pues ya en el próximo cumpleaños mío me lo regaló mi mujer”.
Cucho es un bulldog inglés y requiere de muchos cuidados, por su tipo de piel, los pliegues, arrugas, en los ojos. “Ahorita que ya tiene 6 años 3 meses y está iniciando su etapa de vejez, hay que estarle poniendo siempre gotas, tres veces al día y estarle limpiando los ojos con paños húmedos especiales porque se puede enfermar”.
Además de estos cuidados, es importante para Cucho salir a pasear por lo menos una o dos veces al día, su alimento y darle la atención que merece. “También educarlos es importante, así que de verdad que es como un hijo, acostumbrarlo a no entrar a la casa y que tiene su espacio y cómo se debe comportar”.
La mejor compañera
Hace 3 años llegó a la vida de Martha la pequeña Lola; era apenas una cachorrita y aunque no acostumbra tener mascotas, ese regalo que le hicieron le cambió la vida.
Vive sola y ahora que tiene a Lola todo es diferente, vive feliz con su compañera, que asegura es muy fiel y alegre.
“No tenía contemplado tener una mascota, no lo pensé nunca por la responsabilidad que implica; pero me la regalaron y acepté quedarme con ella; no me arrepiento porque ella es mi compañera”.
La alimenta, la saca a pasear, la lleva cuando es necesario al veterinario y pasan mucho tiempo juntas; viven solas y mutuamente se hacen compañía que le da alegría en todo momento.
“Es un hijo, es un miembro de la familia, se respeta y se le quiere, pero también se le educa y se le reprende cuando hace algo indebido, obviamente con firmeza pero no con golpes ni nada; requieren todo el cariño y atención casi como los hijos”.
El hijo consentido
Hace un año Jared y su familia recibieron al miembro más pequeño, como un regalo de un amigo que vino a traer mucha alegría y energía al hogar; Randy, gran danés de un año de edad, llegó prácticamente desde que nació y fue recibido con mucho cariño por toda la familia.
“Me gustan mucho los animales y por eso lo recibí y lo queremos mucho, es el hijo consentido de mi mamá; tienes que amar a los animales para poder dedicarles el tiempo y atención que necesitan”.
Un perro requiere tiempo, espacio, dinero, estar informado sobre la raza de tu mascota, las enfermedades que pueden tener tanto en la piel como internas, asegura Jared.
“Pues pasó con él prácticamente toda la tarde cuando llego del trabajo o cuando hay tiempo, pero nunca falta el paseo diario”.
Lo consienten como si fuera de la familia, Randy es el mejor compañero y como un hijo más se le cuida y se le trata.
“Un perro ni es un juguete ni tampoco un capricho; necesitan atención, cariño, cuidados y se vuelven cien por ciento parte de la familia”.
Una gran protectora
Siempre quiso un amigo de cuatro patas, hace un año y medio, Eder y su mamá adquirieron una bella perrita pequeña; desde entonces, duerme en su cuarto, se ha dedicado a educarla, cuidarla y darle mucho cariño.
Daisy es muy tranquila, siempre lo sigue, está a su lado y no muerde ni molesta a la gente; sin embargo, si llega a sentir que alguien quiere dañar a 888 reacciona y de forma no muy amable.
“Me cuida mucho, porque aunque me tiren así jugando un manacito siempre acude a defenderme y está pendiente aunque no hace nada, pero no puede ver que me hagan algo”.
Es de enorme tamaño y de igual corazón; es buena guardiana y muy fiel compañera. siempre está atenta a todo, sola se ha dado el papel de protectora de esta familia que la adoptó desde muy pequeña.
“Si la quiero mucho porque siempre quise yo tener un animalito a mi lado, porque yo me la paso mucho tiempo solo, no tanto acompañado y ya esta perra es la que sí está mucho tiempo conmigo; hasta cuando está comiendo quiere estar ahí por que le damos un poco”.