Hace más de seis décadas, el 24 de junio de 1960, el alcalde de Lerdo, Emilio Cárdenas, anunciaba con entusiasmo la construcción de la "Fuente de la Alegría" en el Parque Guadalupe Victoria, una iniciativa destinada a brindar un espacio de diversión para los niños de la comunidad. A continuación te contamos la historia y origen de la enigmática ‘Fuente de la Alegría’ en Durango.
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La historia de la Fuente de la Alegría
La idea, que surgió como un regalo para los más pequeños, cobró vida gracias al empeño del Gobierno encabezado por el Lic. Francisco González de la Vega y un dedicado grupo de ciudadanos que conformaron el Patronato Pro Construcción de la Fuente.
El proyecto, que pretendía emular la exitosa fuente del parque "Guadiana" en la Ciudad de Durango, contó con una inversión estimada de más de 120 mil pesos. El costo incluía no solo la construcción de la fuente en sí, sino también un conjunto ornamental escultórico compuesto por 15 esculturas que adornarían este nuevo espacio de recreación infantil.
La gestión de fondos fue una tarea constante a cargo del Patronato, presidido por el Sr. Héctor Sotelo González, y contó con el respaldo de figuras prominentes de Ciudad Lerdo. A pesar de los esfuerzos, los trabajos avanzaron lentamente, y no fue hasta enero de 1961 que se intensificaron, con la esperanza de inaugurar la Fuente de la Alegría en mayo, coincidiendo con el Día de las Madres.
Sin embargo, surgieron complicaciones, como la consideración de trasladar la fuente a un lugar más seguro debido al constante tránsito de vehículos en el sitio original. A pesar de estos contratiempos, el Gobierno del Estado decidió dejar la fuente en su ubicación original, realizando algunas adaptaciones para garantizar la seguridad de los niños.
El Patronato Pro-Construcción de la Fuente redobló sus esfuerzos en 1961, organizando festivales taurinos para recaudar fondos y solventar los gastos pendientes. Eventos que no solo ofrecían entretenimiento, sino que contaban con la participación de destacadas cuadrillas cómicas y jóvenes toreros, atrayendo a la comunidad.
La culminación de la obra se llevó a cabo en julio de 1962, con la inauguración oficial presidida por el Lic. Francisco González de la Vega. La Fuente de la Alegría se convirtió en un lugar emblemático del parque, ofreciendo diversión y descanso para niños y adultos. A lo largo de los años, ha enfrentado desafíos como vandalismo y robo de esculturas, pero su importancia como espacio recreativo persiste.
En la actualidad, con la temporada de calor a la vuelta de la esquina, se hace un llamado a la rehabilitación de la Fuente de la Alegría para garantizar su servicio a las nuevas generaciones de niños lerdenses y laguneros. A pesar de las adversidades, esta obra perdura como un legado histórico de esparcimiento y alegría para la comunidad.
