Hace 10 años las autoridades mexicanas confirmaban el fallecimiento del, en ese entonces, segundo hombre más buscado (después del ‘Chapo’ Guzman) de todo México: Heriberto Lazcano Lazcano. Su muerte sorprendió a todo el país, así como lo que sucedió después. Te contamos todo sobre la cacería y detención del jefe de los Zetas en Coahuila en voz de un militar.
Corría el año 2012, el estado de Coahuila era territorio del Cártel de os zetas, por aquellos años nada se podía hacer sin el consentimiento del grupo. En aquel entonces las dependencias municipales estaban infiltradas con policías municipales que recibían pago semanal.
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La cacería del Z-3
Un militar de aquella época explicó que todo comenzó con limitar las acciones del cartel con sus propios medios de comunicación. Primero detectaron zonas donde estaban los halcones y con sus propios radios comenzaron a escuchar las acciones del cártel. DEcifraron clave, e incluso descubrieron a la persona que se mantenía en movimiento para no ser un blanco fijo.
De igual manera, los delincuentes comenzaron a cometer errores, por lo que hubieron aseguramientos y encontronazos.
“Encontramos su sistema de comunicaciones con repetidoras y lo desmantelamos, toneladas de equipo y para bajarlo del cerro se ocupó de un helicóptero.”
De esta manera rompieron su mecanismo de control y comunicación, lo que aumentaba el riesgo de topones, se volvió un juego del gato y el ratón.
Al final de nuestro periodo de operación hubo fuga de información de ambos bandos: ellos sabían que ya nos íbamos y yo que ellos planeaban hacer una fiesta pues ya no estaría el gato. “Por medios seguros y encriptados informe a la SEDENA y también a DN-1, siempre he sido un comandante de decisión lo que llevo a la aprobación y planeo una operación especial.” La operación tenía como objetivo encontrar al Z-3 y a sus lugartenientes, nadie lo sabía salvo los militares a cargo.
LAzacano saldría 15 mnutos antes de la hora en que los militares llegaran. “Yo salí a la cabeza con mi escolta compuesta por 4 vehículos artillados con ametralladora, Barret y lanzagranadas de 40mm, cada uno de nosotros con la dotación individual del fusil Xiuhcoatl 5,56 mm, atrás de mi el grupo de choque principal que entraría, más atrás los de envolvimiento para evitar cualquier fuga y por su lado los que cerrarían todo el perímetro y la base de fuego que dispararían granadas para dispersar a la fuerza de apoyo delincuencial en el caso de que se movilizaran contra nosotros”
Cuando llegaron a la entrada observaron cómo salía una camioneta blanca a toda velocidad con un helicóptero pisándole los talone, ahí iba el Z-3.
Cuando llegaron los helicópteros el ruido alerto a los delincuentes, las fuerzas especiales bajaron fuera del centro y debían cruzar una malla ciclónica que le compro tiempo al Z-3 para huir junto con su familia seguido de sus hombres.
El helicóptero daba referencia del vehículo con su reflector. Conforme avanzaron sobre la carretera se iban aventando estrellas ponchallantas y disparando, pero la velocidad era la mejor defensa de los militares, además de saber que todo el grupo delincuencial estaba en alerta.
Cerca de Múzquiz, ya con solo 2 camionetas ya que las demás las habían logrado averiar me encontré con una barricada, el Z-3 se había desviado antes. En la barricada me encontré con el comandante del regimiento, le pedí apoyo para los vehículos averiados y se incorporó a la persecución.
“Ya sobre carreteras de segundo orden y con la escolta del comandante del regimiento también disminuyendo conforme nos dirigíamos a una poblacion que se llama Los Treviño, el helicóptero se estaba quedando sin combustible y se atrevió a abrir fuego con una granada de 40mm que impacto en el cofre del vehículo y solo le hizo una abolladura y manchó el parabrisas del lado del copiloto, la camioneta tenía un blindaje excepcional de al menos nivel V plus. Cuando llegamos a la camioneta encontramos también otra camioneta con logos de la policía estatal chocada que probablemente apoyaba a Lazcano en su huida y chocaron tras el disparo del helicóptero.”
Llegados a un punto, los reportes indicaron que el Z-3 había bajado del vehículo y entrado a uno nuevo para luego internarse en el poblado de Los Treviño. En la camioneta blindada encontramos un lanzacohetes antitanque, un Barret y un fusil, además de documentos, el Z-3 se la había perdonado al helicóptero o sabía que atacarlo significaría un ataque de regreso, dejamos una endeble seguridad y continuamos la persecución.
Ya en el pueblo, entraron a donde se indicaban estaba el capo, pero no econtraron nada. Aunque el daño estaba hecho en la organización. “Durante tres meses limitamos y debilitamos al grupo delictivo de los zetas, conseguimos salvar muchas vidas y limitamos los delitos. En 3 Meses de operaciones hubo solo 4 agresores muertos, 76 detenidos y en la operación contra Lazcano no hubo muertos. No entramos tirando balazos ni ametrallando, no matamos en caliente.”
El militar anónimo que cuenta esta historia explica que “el no haberlo detenido me complicaría la vida pues en represalia a mis acciones casi logran secuestrar a uno de mis hijos y me abrieron una averiguación que sería rápidamente solucionada, pero mi expediente sería manchado por primera vez.”
Como murió Heriberto Lazcano, el Z-3
Según la procuraduría general de Coahuila, los hechos se presentaron el domingo en la tarde, cerca de un campo de béisbol del municipio El Progreso, fueron avisados por la ciudadanía de la presencia de hombres armados.
Integrantes de la marina intentaron detener un vehículo sospechoso. Según el entonces procurador estatal, Homero Ramos, los dos ocupantes del automotor no sólo se negaron a detenerse sino que dispararon contra los marinos.
Debido al enfrentamiento murió el conductor del vehículo, identificado como Alberto Rodríguez, de 44 años, 300 metros adelante quedó el cuerpo sin vida de un hombre que no llevaba documentos de identidad. A su lado, un rifle R15 adaptado para lanzar granadas.
Al día siguiente, y gracias a cotejar las huellas digitales con los archivos criminales, se confirmó que el otro fallecido era Heriberto Lazcano Lazcano, máximo líder de los Zetas.
Lo que parecía una victoria para las autoridades mexicanas fue manchado poco después, pues el lunes 8 de octubre un comando armado robó el cuerpo del Z-3 de la Funeraria García, donde se le llevaría a cabo la autopsia. De esta manera fue la cacería y muerte de Heriberto Lazcano, quien llegara a ser el segundo hombre más buscado de México.