El área donde alguna vez se ubicó la emblemática alberca del Bosque Venustiano Carranza, en Torreón, ahora se encuentra bardeada y en desuso, albergando una pileta para riego de áreas verdes.

Este espacio, que fue lugar de esparcimiento para miles de laguneros, ha perdido su funcionalidad, y muchos se preguntan qué fue lo que sucedió. Aunque no se tiene un motivo exacto por el cual cerraron la alberca, se especula que la falta de mantenimiento la convirtió en un serio foco de infección.

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En sus años de funcionamiento, se requería un tarjetón de salubridad para ingresar a la alberca, pero al parecer, esta medida no se aplicó de manera efectiva. A pesar de contar con una alberca olímpica (que anteriormente había sido un chapoteadero), camastros y un entorno arbolado que embellecía el lugar, la alberca fue perdiendo popularidad a lo largo del tiempo.

La última vez que la alberca abrió sus puertas fue en 2010, y desde entonces, los laguneros empezaron a preferir otros lugares para su esparcimiento. Además, la creciente ola de violencia que afectó a la región también pudo haber contribuido al abandono de esta instalación.

A pesar del cierre y el olvido, el recuerdo de la alberca del Bosque Venustiano Carranza perdura en la memoria de aquellos que disfrutaron de gratos momentos en este icónico lugar junto a amigos y familiares. Aunque el espacio actualmente no cumple con su función original, sigue siendo un testimonio histórico de la ciudad, que seguramente será recordado con cariño y nostalgia por quienes fueron partícipes de su historia.