En 1907, la ciudad de Torreón fue elevada a rango de ciudad y, en esa misma fecha, nació La Suiza, una ferretería que hasta el día de hoy se considera el negocio más antiguo de la localidad. A lo largo de sus más de 100 años de historia, La Suiza ha atravesado por dos guerras mundiales y ha presenciado los embates de la Revolución Mexicana, incluso su edificio ha sido escenario de trágicos sucesos. Sin embargo, los Von Bertrab, propietarios actuales de la ferretería, no creen en fantasmas y atribuyen su éxito y vigencia a su esfuerzo y perseverancia.
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Ferretería La Suiza: Historia
La historia de La Suiza comenzó cuando Adolfo Eppens, un suizo, llegó a Durango en 1879 y fundó una miscelánea en esa ciudad. Después, decidió cambiar el rumbo del negocio y establecer una ferretería, para lo cual contrató a Guillermo Peters, tío abuelo del actual propietario, Francisco Von Bertrab Peters.
En 1895, Guillermo Peters envió una carta a su hermano invitándolo a ayudar en el negocio. Posteriormente, en 1900, durante la época del Porfiriato, Guillermo decidió traspasar el negocio a su hermano y se fue a Alemania. Fue en ese momento que nació La Suiza de Torreón, que en 1907 ya estaba plenamente establecida en la ciudad.
A lo largo de su historia, La Suiza llegó a contar con órdenes firmadas por Pancho Villa, quien las utilizaba para comprar clavos para herrar. Sin embargo, durante la Revolución Mexicana, el edificio de La Suiza en Durango fue quemado por los terratenientes en 1913, lo que llevó a la familia Peters a regresar a Alemania.
En Alemania, la familia Peters buscó vender la mercancía que habían dejado en Tampico y regresar a su país de origen. Sin embargo, estalló la Primera Guerra Mundial y Guillermo Peters se encontró solo en México mientras su familia estaba en Alemania. Durante ese tiempo, vivió en Durango con su suegro, esperando el fin de la guerra para reunirse nuevamente con su familia.
La Suiza de Torreón logró mantenerse activa gracias a una reclamación que la familia Peters presentó al gobierno mexicano por las pérdidas sufridas durante la guerra. Aunque la reclamación no tuvo éxito en México, generó confianza en Alemania, lo que permitió que se enviaran nuevos suministros a la ferretería y se pudiera seguir operando.
En 1918-1919, la familia Peters finalmente pudo reunirse y regresar a México. Durante su estadía en Alemania, habían pasado por situaciones difíciles debido a la guerra. El gobierno mexicano apoyó su regreso y la familia llegó en barco a Veracruz.
A lo largo de los años, La Suiza de Torreón ha enfrentado diversos desafíos, incluyendo el periodo de la Segunda Guerra Mundial. Durante ese tiempo, el gobierno mexicano tomó posesión de los bienes de alemanes en el país, incluyendo cuentas bancarias y registros de propiedad. Para proteger La Suiza, Guillermo Peters designó a Socorro Díaz de León y Salvador Fernández como apoderados financieros del negocio. A pesar de los saqueos y dificultades durante los años de guerra, La Suiza logró mantenerse en funcionamiento.
La ferretería también ha sido testigo de trágicos sucesos. Uno de ellos fue el asesinato de Germán Bosé, empleado de La Suiza en Durango, durante un robo en la tienda. Otro incidente fue el suicidio de uno de los socios y trabajador de la ferretería, quien vivía en el mismo edificio.
Sin embargo, los propietarios de La Suiza consideran que tanto ellos como su negocio son a prueba de fantasmas, ya que no creen en su existencia y atribuyen su éxito a su trabajo arduo y dedicación.
Francisco Von Bertrab, quien comenzó a trabajar en La Suiza en 1959 como ayudante general y ahora está al frente del negocio, destaca la importancia del esfuerzo y el hambre de prosperar como clave para el éxito. A lo largo de los años, La Suiza ha sido un negocio en constante movimiento, adaptándose a los cambios y desafíos que ha experimentado la ciudad de Torreón.
La Suiza continúa siendo un referente en la comunidad, atendiendo a sus clientes desde tempranas horas hasta tarde en la noche. Aunque ha enfrentado numerosos obstáculos a lo largo de su historia, La Suiza se mantiene firme como un pilar en la ciudad de Torreón, demostrando que el esfuerzo y la perseverancia son fundamentales para mantenerse vigente a lo largo del tiempo.
