Hace muchos años, en el llamado Torreón Viejo, surgió la historia de una inocente damisela que fue víctima de un ritual satánico en el que perdería su bello rostro y le sería intercambiado por el de un caballo, además de ser obligada a vivir eternamente acompañada del mismo.
Ante esto, se decía que la mujer solía pasearse por la zona de bares y cantinas en el centro de la ciudad, buscando acechar a quien se le cruzara en el camino.
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Las habladurías comenzaron a cobrar fuerza cuando una noche un hombre que salía de uno de los bares por donde aseguraban que se paseaba la fémina, se topó con la figura de una esbelta mujer con vestido blanco.
Anonadado por las curvas de la joven, el varón pasado de copas siguió los pasos de la mujer sin mirar hacia donde se dirigía, acabando de pie en la oscuridad de un antiguo panteón.
Estando ahí dentro, la joven se detuvo por unos instantes y el ebrio aprovechó para alcanzar su hombro e intentar hacerla voltear; sin embargo, cuando esta se giró para mirarlo se llevó una terrorífica sorpresa, pues en lugar de un lindo rostro observó la cara de un feo caballo con ojos saltados y rojos.
La impresión fue tan grande que el hombre falleció a los minutos de haber visto aquella cara tan horrorosa, por lo que su cuerpo acabó tirado en el piso de aquel cementerio.
Desde entonces hasta la fecha, mencionan que la mujer con cara de caballo continúa deambulando cada noche por las calles de Torreón, buscando matar a otros del susto como lo ha hecho antes…