Mónico Martínez: el hombre acechado y perseguido por brujas en Saltillo 

Este popular agente de hoteles era ampliamente reconocido, pero no solo por su profesión, sino por su peculiar vida llena de supersticiones y la extraña historia que lo llevó a su trágico final

Fernando Escobar | El Sol de La Laguna

  · miércoles 25 de octubre de 2023

Este popular agente de hoteles era ampliamente reconocido, pero no solo por su profesión, sino por su peculiar vida llena de supersticiones y la extraña historia que lo llevó a su trágico final. / Foto: Especial | Creada por Bing

A principios del siglo XX, en Saltillo, un nombre resonaba en las conversaciones de los vecinos: Mónico Martínez. Este popular agente de hoteles era ampliamente reconocido en la ciudad, pero no solo por su profesión, sino también por su peculiar vida llena de supersticiones y la extraña historia que lo llevó a su trágico final.

Mónico Martínez habitaba en una casa en la calle General Cepeda, justo antes de llegar a Félix U. Gómez. Su residencia se destacaba por las figuras talladas en la puerta principal, que representaban rostros demoníacos, un presagio de los eventos sobrenaturales que marcarían su vida.

El agente Mónico vivía en constante temor a las brujas, un miedo que compartía con sus vecinos en sus prolongadas conversaciones. Poseía un conocimiento extenso de temas relacionados con la brujería, hechizos y brebajes, en los cuales se sumergía profundamente. Siempre mencionaba las constantes visitas de brujas que lo atormentaban, y sus historias inquietantes se propagaban por Saltillo.

Los relatos de los ataques de brujas se volvieron una parte común de las charlas en la ciudad, lo que llevó a una noche aterradora en la vida de Mónico. El temor a ser secuestrado por brujas lo mantuvo despierto durante dos días seguidos, incapaz de dormir. Desesperado, Mónico pidió auxilio a su familia y a la policía.

Preocupados por su salud mental, sus seres queridos y las autoridades decidieron montar guardias afuera de su habitación. Policías y familiares permanecían vigilantes durante la noche, dispuestos a protegerlo de las brujas que lo acechaban. Sin embargo, el cansancio se apoderó de los guardianes y, en un momento de debilidad, ambos durmieron profundamente.

Cuando finalmente despertaron, eran las 6 de la mañana, y Mónico Martínez había desaparecido. Su cuerpo fue encontrado sin vida en la alberca de Alta Mira. Desde ese fatídico día, la casa de Mónico se convirtió en el epicentro de fenómenos paranormales que dejaron a los vecinos atónitos.

La leyenda de Mónico Martínez, el agente de hoteles atormentado por brujas, sigue viva en Saltillo, y su historia continúa inspirando conversaciones sobre lo desconocido y sobrenatural.