Un trágico incidente ocurrió en Matamoros, Coahuila, el 31 de octubre de 1994, que conmovió a la comunidad local y aún persiste como una misteriosa leyenda en la región lagunera. Esa fatídica víspera de su fiesta de quince años, la joven Oralia Sifuentes Morán, de tan solo 15 años, perdió la vida en un accidente en la carretera San Felipe. Fue arrollada por un camión perteneciente a una empresa de refrescos mientras cruzaba la transitada carretera.
El trágico suceso dejó una profunda huella en la memoria colectiva de la ciudad y aún perdura en forma de una misteriosa leyenda. Algunos lugareños que cruzan el entronque a San Felipe afirman haber visto a una joven que cruza corriendo la carretera y aseguran que se trata de Oralia Sifuentes Morán, identificándola como "hija de don David y la señora Esperanza".
El impacto de su trágica partida fue tal que, en su momento, el sacerdote local, el Padre Carlos Franco, se ofreció a oficiar una misa en el mismo lugar donde Oralia perdió la vida. La joven tenía muchas ilusiones y expectativas para su próxima celebración de quince años, que quedaron truncadas de manera abrupta y dolorosa.
La familia Sifuentes Morán sufrió otro golpe devastador el 1 de septiembre de 2016 cuando, trágicamente, otro de sus hijos perdió la vida en un accidente en la carretera La Herradura. Este nuevo golpe a la familia fue doblemente impactante, ya que el médico forense explicó que el joven había sufrido un infarto fulminante antes del choque y había fallecido antes del impacto. Sin embargo, dos testigos que presenciaron el accidente alegan haber visto a una figura cruzar la carretera en ese mismo momento, lo que alimenta aún más la leyenda de Oralia, sugiriendo que su espíritu podría aún deambular por las carreteras de la Laguna.
El misterio que rodea a la joven Oralia Sifuentes Morán y los eventos que la envuelven ha perdurado a lo largo de los años, dejando una marca imborrable en la psique de la comunidad local. La leyenda de la "chica de la carretera" continúa intrigando y cautivando a quienes conocen su historia, y sigue siendo un testimonio conmovedor de la persistencia de la memoria y la importancia de mantener vivas las historias de aquellos que se han ido.