Durante 18 años, Ángeles ha tenido el sueño de conseguir una plaza como maestra; después de haberlo dejado de intentar por varios años y dedicarse a la educación particular, hoy se encuentra en espera de una respuesta, con la esperanza de que sea favorable y pueda lograr ese anhelo.
La maestra Ángeles Rodríguez Martínez, egresó en 2006 y desde entonces no ha conseguido una plaza; trabajó un año luego de egresar en un colegio particular, luego comenzó a buscar un lugar en el sindicato y no tenía idea de qué hacer para poder obtener una plaza en la Secretaría de Educación Pública (SEP).
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Cursó y terminó su carrera profesional con esfuerzo y algunas dificultades económicas, por ello ha luchado por un lugar que pueda brindarle mayor seguridad laboral, prestaciones y mejor salario. Aunque en la actualidad tiene ya tiempo sin trabajo, volvió a aplicar y presentó las pruebas para aspirar a algún lugar en la SEP.
Ha tenido que suspender labores durante sus embarazos, tiene tres hijos, sin embargo, solo ha sido temporal y continúa trabajando, ha cubierto interinatos en algunas escuelas gracias al apoyo de algunas amistades y solo fueron muy breves, ha cubierto incapacidades por maternidad de algunas maestras en colegios particulares.
Actualmente, no tiene trabajo como maestra y para cubrir sus necesidades se dedica a elaborar manualidades, hacer piñatas, forrar cuadernos y libros en esta temporada. “Pero mi vida siempre ha sido trabajar para los niños, me encanta trabajar con los niños”.
En busca de experiencia
Su mayor desarrollo y experiencia la fue adquiriendo justo en una escuela privada, donde le dieron la oportunidad y permaneció por siete años.
“Yo sí llegué a presentar exámenes en todo este tiempo; cuando recién iniciaron, fueron como dos años consecutivos que yo presenté y en mi área que es Preescolar sí era muy complicado, porque llegaban muy poquitas plazas”.
Comentó que no sabe a qué se debía, pero que en lo que respecta a la Comarca Lagunera, en este nivel estaban llegando muy pocas plazas y eso complicaba la situación de los maestros y por ello optó por comenzar a buscar oportunidades en los colegios particulares.
“También en los colegios particulares batallé muchísimo para que me dieran la oportunidad; el colegio donde empecé era pequeño y sí me decía la directora que no pagan lo suficiente. Pues yo me decidí y dije, no importa, lo que quiero es obtener experiencia y ahí duré siete años”.
Asegura que en ese momento ya no tenía la intención de seguir presentando exámenes, se desanimó por completo; recientemente volvió a tomar la decisión de aplicar, entregar documentación y volver a retomar el sueño de obtener una plaza en algún momento.
“Realicé cursos, nada más en un indicador de cursos extracurriculares no pude hacerlos porque todos tenían un costo y no tuve oportunidad de obtener puntaje en ese aspecto, pero estoy esperando a que se comuniquen conmigo”.
No desistirá en buscarla
Sabe que es complicado el tema y que muchos maestros están en la misma situación que ella, pero no es razón para desmotivarse y ahora que se decidió a seguirla buscando, insistirá hasta que pueda obtener una plaza.
“Si he sabido por conocidos, de gente que por familiares o gente que conocen ellos mismos, les hacen un poco más accesible el ingreso que a otros que desconocen completamente cómo moverse, hacia dónde, con quién dirigirse y realmente el proceso no sé qué tan complicado sea porque el examen no se me ha hecho complicado, pero aún así, no se me ha hecho tener un buen puntaje”, comentó.
Dijo que siempre que lo ha hecho, se ha preparado lo suficiente, buscando bibliografía, estudiando, preparándose aunque sin buenos resultados en cuanto a puntaje. “Desanima en muchos aspectos, pero ahí estamos todavía esperando que algo salga”.
Solo buscan estabilidad
Los sueldos de maestro no alcanzan, en particulares son más bajos, sobre todo en comparación con otros trabajos que no requieren tanto esfuerzo, compromiso y entrega, asegura Ángeles.
La labor de un maestro es fundamental para la sociedad y nunca termina; cuidar, formar y enseñar a grandes grupos de niños es complicado y desgastante para ellos, además el trabajo continúa en casa con evaluación, revisión, planeación, seguir capacitándose y estudiar, así como otras actividades necesarias para cumplir adecuadamente con los programas.
“Y muchas veces pues agarramos lo primero que nos dan para adquirir la experiencia que requerimos, pero sí es complicado también que te den esa oportunidad y pues primero lo ves favorable pero después sí es complicado ya cuando están al frente del grupo todo el ciclo escolar”.
A Ángeles, el aspecto económico siempre la ha frenado en diferentes aspectos, uno de ellos es poder continuar con capacitación u obtener constancias de cursos que ha realizado sin costo, pero cuyo documento que le certifica si tiene un valor monetario; esta situación no solo la limita en su trabajo sino en la posibilidad de elevar su puntaje para obtener una plaza.
Por ello solo espera obtener un lugar y poder trabajar en mejores condiciones, tener un mejor sueldo, diversidad de prestaciones y la seguridad de que representa tener la base y saber que es propia y podrá continuar laborando.
“No es un trabajo cualquiera, vengan y pónganse frente a un grupo; hoy en día los grupos están abarrotados, llenos de alumnos y cada uno diferente, trabajarlos y acoplarse al trabajo es muy complicado”.
“Y es una batalla la de estar buscando si nos pueden dar o no una oportunidad de obtener una plaza, yo ya estaba resignada a no buscar más, pero compañeras me convencieron y dije: está bien, lo voy a intentar otra vez y hasta que lo logre o ya no se pueda”, concluyó.