La fama es un arma de doble filo. Mientras unos saben sobrellevarla y vivir una vida tranquila, a otros los marea y se deprimen cuando la sociedad los olvida.
Este último es el caso de Evangelina Tejera Bosada, la exreina del Carnaval de Veracruz que asesinó a sus 2 hijos. ¿Quieres conocer la historia?, no te preocupes, te daremos todos los detalles.
Evangelina nació en 1965 en el puerto de Veracruz y su belleza llamó la atención de muchos en su tierra natal. Con estudios en las escuelas de más renombre de la época, rápidamente se coló en concursos de belleza y logró ser coronada en la fiesta máxima de la entidad: el Carnaval de Veracruz, en su edición de 1983.
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Sin embargo, su vida no fue color de rosa, pues creció en una familia disfuncional debido a que su padre, un médico reconocido, tenía problemas con la bebida y daba golpizas a su madre. Además encerraba a la familia y no los dejaba salir para que hicieran sus actividades cotidianas.
Después de una inminente separación, Evangelina vivió con su madre, pero al poco tiempo se separó y se unió a la nueva familia que había formado su padre. La nueva madrastra la acogería sin mucho problema. Así que ella siguió estudiando y se rodeó de la clase social más privilegiada del puerto de Veracruz.
Este fue el preámbulo al Carnaval de Veracruz y donde obtuvo ovaciones del público jarocho que la amó y respetó durante la fiesta anual. Incluso tuvo una breve aparición en el programa más visto de los años 80: Siempre en Domingo, conducido por Raúl Velasco.
A partir de ese momento comenzó la decadencia. Adicta a la bebida y a la cocaína comenzó a relacionarse con parejas abusivas que le provocaban depresión, estrés y a la ves dependencia.
Con uno de ellos tuvo 2 hijos: Jaime y Juan Miguel Tejeda Bosada, los cuales tuvieron sus apellidos porque el padre se negó a reconocerlos.
Los homicidios de sus hijos
Ya inmersa en las adicciones, la mujer vivía en un departamento cerca de la Lotería Nacional del puerto de Veracruz. Allí hacía fiestas hasta altas horas de la noche y se endeudó con familiares y amigos que cada vez más la rechazaban.
Atrás quedaron sus días de belleza física, fama y renombre nacional. Un día desesperada por no poder controlar el llanto de sus hijos, tomó al de tres años de uno de los pies y lo estrelló contra el suelo. El golpe le rompió el cráneo al menor. El hijo de 2 años también recibió la misma horrorosa muerte.
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Lo que sucedió después no se sabe con certeza, pero los cuerpos de los menores, hechos pedazos, fueron hallados en 2 macetas que decoraban su casa.
Fue el hermano de Evangelina quien preocupado por la ausencia de los menores llamó a la policía para que ella fuera investigada.
Después de vivir en la gloria de los aplausos, la mujer terminó encerrada en el penal de Ignacio Allende, de donde salió sin ninguna ovación y en el total anonimato en 2006.
Publicado originalmente en el Diario de Xalapa