Cuando acudas a un restaurante o a la casa de algún familiar, amigo o conocido, probablemente te encontrarás con una botella pequeñita con un contenido líquido de color rojo, munida de una etiqueta romboidal. De ser así, estamos hablando de la tradicional salsa Tabasco: probablemente el condimento picante más famoso a nivel global.
Esta salsa lleva el nombre de los pimientos con los que está hecha, que provienen del estado mexicano Tabasco. Fue elaborada por Edmund Mcllhenny, un hombre originario de Maryland que vivió en Nueva Orleans, Louisiana, donde creó una gran fortuna. Lamentablemente, la Guerra de Secesión arruinó las cosas por completo y regresó a Avery Island, donde plantó algunas semillas de chile en su jardín.
Para 1867, el hombre experimentó con una salsa hecha de los pimientos rojos que arrojó su planta. Hizo una mezcla con sal y la depositó en vasijas y barriles, después agregó vinagre de vino blanco y envejeció la combinación durante un mes.
Tres años después, el sujeto recibió una patente por su creación, que fue nombrada salsa Tabasco, y se comenzó a popularizar por todo el país. Hoy en día, la empresa produce una gran variedad de productos y salsas picantes, con chile chipotle, jalapeño, búfalo e incluso aceite de oliva, que son exportados a más de 160 países.
¿CÓMO SE USA LA SALSA TABASCO?
La puedes usar como un condimento o dip. El consejo del hijo de Camilla Parker Bowles, Tom, es aderezar “huevos, lentejas, pollo asado, langostinos, ostras y… la poco apetecible comida de avión”, aunque el sujeto es fanático y acompaña esta salsa con el sushi, pescado, papas fritas o rosbif. En coctelería es bastante útil y también para complementar los condimentos: mayonesa, cátsup y aderezos.
Actualmente Tabasco es una empresa familiar, dirigida por Paul Mcllhenny, bisnieto de Edmund. Todos los días se producen alrededor de 700 mil botellas, cifra nada despreciable para un producto que surgió a raíz de una plantación de jardín. ¿Tienes salsa Tabasco en tu hogar?