La investigadora lagunera, Laura Cristina Hernández, fue reconocida con el premio Alfonso Rivera, el cual otorga cada año la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología a un investigador joven, menor de 45 años, que realice labores de investigación en México.
Este 2024, se hizo acreedora a este reconocimiento que se entrega durante el congreso anual de la misma sociedad; cada año se lanza una convocatoria en la cual los socios proponen a otros miembros que consideren merecedores de obtener la distinción con base en su trabajo y proyectos de investigación desarrollados.
Es un premio a la trayectoria de un investigador joven, por la labor de investigación y a contribución a la comunidad médica con su trabajo.
Lagunera de destacada trayectoria
Laura es investigadora asociada a la UNAM y trabaja desde un laboratorio del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”; es Endocrinóloga, tiene un doctorado en Endocrinología Molecular, así como un posdoctorado en Endocrinología y Genética.
Nació en la ciudad de Torreón, Coahuila y realizó sus estudios profesionales en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC). Realizó el internado en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) también en Torreón y el servicio social en el área de investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Realizó la residencia de Medicina Interna también en el IMSS pero en la ciudad de Monterrey y de la especialidad en Endocrinología en el Centro Médico Nacional Siglo XXI de la Ciudad de México.
El doctorado lo realizó en Londres en Queen Mary University of London con una beca de Conacyt y su estancia doctoral fue en dos institutos nacionales de salud en los Estados Unidos. En la Ciudad de México tiene tres años trabajando en la UNAM.
¿En qué consisten sus investigaciones?
La línea de investigación que ha seguido consiste en identificar las bases genéticas de neoplasias neuroendocrinas de diferentes orígenes; desarrolla diferentes pruebas genéticas para detectar la frecuencia y el tipo de variantes genéticas que dan lugar a este tipo de tumores en la población mexicana.
Con este mismo proyecto, Laura Cristina tiene planes a largo plazo. “Es hacer que este tipo de pruebas genéticas estén disponibles para la población en general, como pruebas de rutina. Estas pruebas están disponibles en otros países pero aquí en México es difícil, son cara y generalmente se tienen que mandar las muestras al extranejero”.
Busca saber exactamente qué combinación de genes se deben tener en la prueba para que sirva específicamente a la población mexicana y poder hacerla de bajo costo, de manera que se puedan procesar en el mismo laboratorio y dar los resultados a los pacientes que van a institutos nacionales de salud.
“Al menos empezar por la Ciudad de México que es donde se ven más este tipo de pacientes porque está muy centralizada la atención. Otra vertiente de mi línea de investigación, es también buscar nuevas causas genéticas de las neoplasias neuroendocrinas que producen hormonas y por lo tanto pueden causar muchos efectos y deterioros a la salud, para ver si podemos prever en las familias quién va a desarrollar este tipo de tumores, detectarlos más temprano y que tengan mejores desenlaces clínicos”, destacó.
Estos tumores son aquellos que se desarrollan en diferentes glándulas como hipófisis, tiroides, suprarrenal, páncreas, intestino, entre otros. Tiene como característica común que provienen de células que tienen la capacidad de producir hormonas y puede ser perjudicial.
Realmente no son tan raros como se consideran, solo que eran poco diagnosticados; en los últimos 20 años, la frecuencia de los casos ha aumentado mucho, porque han mejorado las técnicas de diagnóstico y no porque sea más alta la incidencia.