Las Islas Diómedes son un claro ejemplo de las diferencias geopolíticas más particulares del planeta, pues en estas se pueden ver, o estar, en un continente diferente, un país distinto y hasta viajar al futuro y al pasado fácilmente.
Este archipiélago, conformado por Diómedes mayor y Diómedes menor, se encuentre en el Estrecho de Bering, a tan solo 3.7 kilómetros una isla de otra, justo donde se estableció la línea internacional que se extiende por el Océano Pacífico y separa a Asia de América.
Asimismo, ahí se halla una línea internacional de cambio de fecha; sin mencionar que una pertenece a Rusia (la mayor) y otra a Estados Unidos (la menor), motivo (cada país tiene derecho a fijar su huso horario) por el cual una se encuentra 24 horas delante de la otra.
Debido a lo anterior, los relojes en Diómedes Mayor marcan un día más del que en Diomedes Menor, pese a que no lo normal sería que la diferencia fuera solo de 23 horas, lo que es la razón por la que a una la conozcan como la Isla del Mañana y a la otra como la Isla del Ayer.
¿Las Islas Diómedes están habitadas?
Las Islas Diómedes, por curioso que pudiera parecer, están habitadas, aunque una por población civil y otra por soldados y científicos únicamente.
En la antigüedad, grupos indígenas residían en ambas islas, pero todo empezó a cambiar para 1867, cuando Estados Unidos compró Alaska a Rusia por 7.2 millones de dólares, lo que incluyó a la Isla del Ayer y en su momento no fue relevante, pero sí con el paso del tiempo.
La Segunda Guerra Mundial y las tensiones ideológicas que esta creó entre la entonces Unión Soviética y Estados Unidos desembocó en la conocida Guerra Fría, con la que se levantaron muros en diversas partes del mundo, mas no así en estas Islas Diómedes.
Todas las personas que vivían en la isla soviética ahí fueron obligadas a abandonarla, sin importar que familiares se hallaran en la estadounidense, lo que terminó en que varios no se vieran nunca más hasta el fin de sus días.
En el marco de la Guerra Fría, la URSS construyó una base militar, una estación polar y un puesto de guardias fronterizos que vigila hasta hoy en día los alrededores, mientras que en la parte de EE.UU. pudieron permanecer los chukchis, grupo étnico de la península de Rusia que habita el sitio.
El clima extremo del estrecho de Bering en las Islas Diómedes
El frío extremo que provoca condiciones difíciles para la vida humana en el paralelo 65 sobre el estrecho de Bering, donde se ubican las Islas Diómedes, provoca que la gran parte del tiempo el agua del Océano esté congelada, conectando así el archipiélago.
Lo anterior hace posible que los habitantes de la Isla del Mañana y la Isla del Ayer puedan cruzar a pie de un continente a otro; no obstante, en la práctica es imposible porque es completamente ilegal cruzar de esa manera de Estados Unidos a Rusia, o viceversa.
Sin embargo, no siempre está congelada. De hecho, el deshielo originó uno de los cruces fronterizos más reconocidos de la historia, el de la norteamericana Lynne Cox, que el 7 de agosto de 1987 cruzó de una isla a otra nadando, a entre 6 y 7 grados centígrados, en 2 horas y 5 minutos.
Ella aseguró que lo hizo con el fin de disminuir aún más las tensiones entre Estados Unidos y Rusia, lo que fue reconocido en la firma del Tratado de Misiles entre el presidente Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov.
La geografía de las Islas Diómedes, donde puedes viajar al futuro y al pasado, han permitido pensar en una autopista intercontinental, pues por medio de unos túneles o una serie de puentes interconectados sería posible conectar Asia con América, lo que hasta el momento sólo se ha mantenido en la teoría.