Las pirámides de Egipto no eran como las conoces ahora: fueron brillantes y blancas

Solían ser tan brillantes que resplandecían

Jorge Venegas | El Sol de La Laguna

  · martes 25 de enero de 2022

Actualmente las pirámides que vemos hoy son solo una sombra de lo que fueron algún día. / Foto: Cortesía | National Geographic

Si algún día visitas las pirámides de Guiza (nombre genérico que se da a las tres grandes: la de Keops, la de Kefrén y la de Micerinos), verás que están rodeadas de contaminación a causa de estepas, smog y arena. Hace aproximadamente 4.000 años, las pirámides se veían mucho mejor, ya que estaban cubiertas de piedra caliza pulida muy brillante que parecía ser arrojada desde el cielo.

El canal de televisión estadounidense Smithsonian Channel realizó un breve documental disponible en Youtube, dónde la egiptóloga de la Universidad de Harvard, Jacquelyn Williamson, nos muestra cómo fue el proceso en el que tallaron y pulieron a mano los enormes bloques de piedra caliza para que encajaran perfectamente y que pudieran formar una capa exterior protectora en cada pirámide.

Nos muestran también como se habría visto originalmente la Gran Pirámide, antes de que sus brillantes revestimientos de piedra caliza se desgastaran por culpa del tiempo. "Realmente debe haber contribuido a la impresión de Guiza como una ciudad portuaria mágica bañada por la luz solar, si no existiendo etéreamente en la luz celestial", expresó el arqueólogo Mark Lehner en el documental.

Las pirámides de Guiza han alimentado a lo largo de la Historia todo tipo de especulaciones, muchas de ellas más cercanas a la fantasía o a la ciencia ficción que a la ciencia real, e incluyendo la de que fueron levantadas por alguna avanzada civilización extraterrestre. Actualmente las pirámides que vemos hoy son solo una sombra de lo que fueron algún día.

Más allá de los impresionantes datos sobre la estructura y la historia de la monumental pirámide, una de las cosas más destacables de esta maravilla antigua es precisamente que es la única que ha resistido al paso de los milenios. Solo cabe la posibilidad de contemplar la obra con nuestros propios ojos.