Dentro de las leyendas que existen en la región, como la de Don Mere o el día en que el diablo bajó a La Laguna, existen algunas que parecieran tener un origen verdadero que con el tiempo se vuelven parte del imaginario popular. Tal es el caso del ‘Hombre sin cabeza’ el cual se aparece en la Plaza de Armas y habría tenido un trágico final.
La leyenda cuenta que hace años, todas las noches, un hombre se sentaba en la plaza de armas y leía su revista hasta muy entrada la noche. Según los relatos el hombre era muy misterioso, siempre bañado y perfumado, quien pese a la casi oscuridad leía muy entretenido.
El hombre, así como aparecía, desaparecía. Aunque siempre estaba solo, de vez en cuando algún joven se acercaba a preguntar la hora. Nadie sabe que les contestaba pero siempre sacaba plática y pasados los minutos terminaba por mostrarle su revista con dibujos de diablos o demonios. Los más jóvenes miraban con atención y muy ensimismados para luego irse rápidamente, tal y como llegaron.
Un día este hombre no se volvió a ver en la plaza. Desapareció. De esto sólo se dieron cuenta algunos boleros, choferes de sitio y vendedores de periódicos que, de tanto verlo en el mismo lugar y a la misma hora se acostumbraron a su imagen.
Ya no se supo nada más, hasta que unos tres meses después encontrar el supuesto cuerpo sin cabeza del hombre. El hallazgo fue hecho en la Cuesta de la Fortuna, semidevorado por los animales carroñeros y quemado de algunas partes del cuerpo, como si le hubieran puesto brazas, carbones o lumbre. Nadie supo explicarlo.
Luego de ese hallazgo, los asiduos transeúntes de la Plaza Mayor contaban que ya entrada la noche y cuando soplaba el viento, las aves comenzaban a despertar y espantarse. Súbitamente huyen del lugar cuando un hombre sin cabeza aparece en el lugar, siempre con una revista en las manos. Algunas personas creen que su cráneo fue sepultado en el lugar y sólo recuerdan que el hombre era apodado ‘La madre naturaleza’.
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Historia de la Plaza de Armas
En 1887 se hizo el primer trazado de la colonia ‘Estación Torreón’ donde se destinó la manzana número 34 para la Plaza Principal. El 31 de marzo de 1898 Francisco A. Villanueva inauguró la llamada ‘Plaza Principal’.
Siete años después, en 1905, se construye el Kiosco de hierro forjado y se cambia el nombre a Plaza 2 de Abril.
Según el libro Historias de Torreón, el nombre de plaza de armas se dio como un signo de la revolución "como signo del tiempo revolucionario, se le cambió el nombre, de Plaza 2 de Abril por el de Plaza de Armas".
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Para los festejos del 75 Aniversario de Torreón como Ciudad (1982), se instaló en la Plaza de Armas "El reloj con cuatro caras, con carillón", a cargo de la administración del Lic. Braulio Manuel F. Aguirre.
Actualmente, la Plaza de Armas es un lugar de convivencias y esparcimiento para cientos de laguneros que van a pasear o hasta bailar semana a semana.