Sin duda alguna vez hemos hecho alguna compra por impulso, una compra de la cual nos arrepentimos, pues aquí no es el caso ya que una persona compro polvo lunar por varios cientos miles de dólares.
Y es que es la NASA la que ha argumentado durante mucho tiempo que las rocas lunares y el polvo recolectado durante las misiones Apolo son propiedad del gobierno y no pueden ser propiedad de ciudadanos privados.
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La gran subasta
La venta del polvo lunar el 13 de abril de 2022 es una rara excepción a la regla, debido en parte a la combinación de fraude, error de identidad y una serie de disputas legales.
La NASA ha analizado estas muestras de polvo y los investigadores también estudiaron otras partes de la muestra lunar más grande.
En cuanto a los expertos en derecho espacial, están entusiasmados por lo que la subasta podría significar para el futuro comercio de materiales extraterrestres, como por ejemplo los metales extraídos de asteroides.
El polvo lunar es pegajoso
Te has preguntado ¿Cómo obtuvimos el polvo lunar?, pues este polvo llegó a la Tierra gracias a una peculiar propiedad y es que es pegajoso.
En la luna sin aire, el viento solar golpea constantemente la superficie y crea una carga electrostática en el polvo de grano fino, también conocido como regolito.
Esta carga hace que el regolito lunar se adhiera a todo: botas, guantes, trajes, cuerdas, herramientas y casi todo el equipo de los astronautas.
La pegajosidad del polvo significó que cuando Armstrong recogió la primera muestra en la bolsa de teflón, las partículas finas cubrieron el exterior de la bolsa.
Para transportarla a la Tierra, la bolsa se colocó en dentro de una bolsa con cierre hermético con la etiqueta "Lunar Sample Return " en letras grandes. Los granos vendidos se extrajeron de la tela tejida dentro de esta bolsa protectora.
El error de la NASA
Hace décadas, la NASA prestó la bolsa de muestra, junto con otros artefactos, al Museo del Espacio en Hutchinson, Kansas.
De repente, la bolsa desapareció. Y así la primera compradora, Nancy Lee Carlson, de Inverness, Illinois, ganó la bolsa blanca por sólo 995 dólares y la subastó en 2017 por 1,8 millones de dólares.
Posteriormente, la NASA se enteró debido a que Carlson envió la bolsa a sus instalaciones para verificar su autenticidad y esta se negó a devolver la bolsa, calificándola de tesoro nacional.
Los científicos de la NASA recolectaron un poco de polvo lunar incrustado con un trozo de cinta de carbono adherida a una pequeña pieza de aluminio para su análisis y guardaron la muestra.
Carlson demando a la NASA, esta vez por dañar la bolsa durante la inspección y retener algo de polvo de su interior, pues la pérdida le había impedido vender la bolsa por su valor originalmente estimado. La agencia acabó llegando a un acuerdo con Carlson, devolviendo cinco de los seis talones con el polvo.
Para los científicos que aún no han nacido
Debido a que la muestra ya ha sido analizada por la NASA y es similar a la muestra más grande disponible para el estudio, Peter James, geofísico planetario no ve la venta como una gran pérdida para los científicos.
Lo malo es que han pasado 50 años desde que alguien trajo una nueva pieza de la luna, y cada pieza analizada proporciona más información sobre la historia y la geología de la luna. Los científicos continúan estudiando las rocas de Apolo hoy en día.
La astroquímica de la NASA, Jamie Elsila Cook, dice que algunas de estas muestras se almacenan a largo plazo “para que los científicos que aún no han nacido puedan utilizar instrumentos aún no desarrollados para responder a preguntas aún no formuladas”
El examen de las muestras de Apolo también mostró que la Luna tenía una cantidad sorprendente de agua. Estas reservas de agua son la clave para que los humanos regresen a la luna.
Futuras ventas de recursos espaciales
La extracción y explotación de recursos del espacio pronto puede convertirse en una realidad, ya que muchos países se preparan para futuras misiones a la luna y más allá.
A lo largo de los años, algunos países, como Estados Unidos y los Emiratos Árabes Unidos, han aprobado leyes que otorgan a los ciudadanos la propiedad de los recursos que extraen de los cuerpos celestes.
La última venta consolida aún más la legalidad de la propiedad, el uso y la reventa de los recursos espaciales, afirma.
Y tu ¿Comprarías algo que provenga del espacio?, por lo que vemos se avecinan muchos debates sobre el equilibrio de los intereses públicos y privados mientras nos adentramos en el espacio exterior.
Nota originalmente publicada en: El Heraldo de Juárez