Luisito vivía entre violencia y mucha pobreza

El niño violentado por su padrastro sigue resguardado por Pronnif

Claudia Landeros / El Sol de La Laguna

  · domingo 22 de septiembre de 2024

En una humilde vivienda de la colonia Ampliación Valle La Rosita vivió Luisito por años, soportando situaciones de violencia. / Foto: Claudia Landeros | El Sol de La Laguna

Luisito, el niño de nueve años agredido por su padrastro en la colonia Ampliación Valle La Rosita continúa bajo el resguardo de la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia (Pronnif) al igual que su hermano de cinco años; los niños además de violencia física, vivían en un entorno de pobreza y fuera de lo normal, no salían a jugar y convivir con otros pequeños.

Vecinas los recuerdan como niños tranquilos, un tanto retraídos; no salían, hablaban poco con la gente del vecindario. Era justo a Luisito a quien más se podía ver por las calles, pero solamente cuando era enviado a la tienda por los encargos o a pedir dinero, por órdenes de su padrastro.

“Es que nunca los dejaban salir, era muy raro que se vieran así como los demás jugando; salían con sus papás nada más a donde iban a pedir dinero y a la tienda, sobre todo al niño grande a él era al que mandaban”, dijo una de las vecinas.


Comentó que el pequeño Luis platicaba con varias de las vecinas y aunque nunca escucharon algún grito o situación de alarma, sabían por él que dentro de esa vivienda algo no estaba bien.

Su vivienda es una de las más humildes de la calle por la que vivían; es pequeña y a medio construir. Unas improvisadas rejas hechas con tablas resguardan el hogar en el que día a día, Luisito vio pasar al menos ocho años de su infancia entre gritos, golpes, hambre, frío, pero sobre todo miedo y amenazas constantes.

Bajo sospechas

“Lo llegamos a pensar por lo que el niño nos contaba y si se le veía raro; siempre traía el pelo largo y fue hasta que vimos las fotos esas con todas las marcas en su cabeza, ya sin cabello, que nos dimos cuenta porque también siempre andaba con cubrebocas”.

Pero ante la gente, el sujeto era muy diferente, parecía buena persona, dicen, muy sociable él, siempre amable y saludador con todos; no era el caso de la madre de Luisito, quien sí era más reservada, tampoco acostumbraba salir sin él y según lo que varias personas del sector señalaron, aparenta algún problema de lucidez.

“Y es que nunca la dejaba sola, siempre andaba con él, quizá por lo mismo, para que no dijera nada, que nadie se diera cuenta de lo que pasaba. Nada nos consta, pero sí hay muchas cosas que se pueden ver sospechosas”.


Vecinos del lugar aseguran que Luisito y su pequeño hermano casi no salían de casa y que solo lo mandaban a pedir dinero y a la tienda. / Foto: Claudia Landeros | El Sol de La Laguna

Pero la mayoría de los vecinos de la colonia sabían que Luisito salía a las calles a pedir dinero y que incluso, llegó a robar para llevar dinero a casa o comprar los encargos que le hacía su padrastro.

Según dicen, no era evidente la situación de violencia que se vivía en esa humilde vivienda, pero sí era un secreto a voces entre las calles de la ampliación Valle La Rosita; la dinámica familiar era sospechosa, las actitudes del menor y de su madre, también los hacían pensar que algo sucedía con ellos.

Sin embargo, a pesar de haber salido la verdad de lo que vivía este pequeño, aún hay gente en este sector que no quiere arriesgarse a hablar del tema; dos pequeños ayudaron a Luis cuando salió a pedir ayuda y lo llevaron cargando, pero su madre nos permitió que diera su versión o algún otro tipo de información, por seguridad de ellos mismos y para evitar cualquier tipo de conflicto.

Situación legal

La Pronnif en la Laguna de Coahuila, reiteró que ambos niños (Luisito y su hermanito), continúan bajo una medida de protección, que es el resguardo en un Centro de Asistencia Social, en tanto continúan las investigaciones, con la finalidad de velar por el bienestar integral de los menores.

En cuanto al padrastro, las autoridades de Pronnif reiteraron que se encuentra todavía detenido, continúa en un plazo de investigación que se determinó por tres meses. El agresor fue acusado de violencia intrafamiliar con diferentes agravantes, por lo que en primera instancia, no es acreedor al beneficio de la fianza.


El término para aportar pruebas al juez de control fue de tres meses bajo la medida cautelar de prisión preventiva, por lo que no es posible que lo liberen estando bajo un procedimiento jurídico.

Los niños tampoco pueden ser entregados a la familia, en tanto no se realicen todas las evaluaciones e investigaciones pertinentes y se determine con base en ellas, si son personas aptas para hacerse cargo de ellos.

Temen por su integridad

La señora Rosa, abuela de Luisito, dijo que se han dado mucho estos rumores en la colonia y entre los vecinos y por ello tienen miedo de permanecer ahí.

Asegura que en caso de que el agresor llegue a ser liberado, solicitarán medidas de protección para ella y su hija, madre de Luisito porque se sienten totalmente inseguras y saben que es una persona totalmente agresiva que además, pudiera tomar represalias en su contra.

Incluso han pensado en la posibilidad de cambiarse de casa, se encuentran buscando alternativas, aunque saben que es complicado porque no cuentan con recursos para hacerlo.

Además de ellas, también hay otras vecinas que temen por su seguridad, ya que desde que salió a la luz el caso del maltrato contra Luisito, han apoyado a la familia, al niño e incluso se han mantenido al tanto de la situación jurídica y hecho pública esta problemática.