Miguel Barros es un niño de apenas 11 años que conmovió a todo Brasil después de que se diera a conocer su historia tras hablarle a la policía por la desesperación de no tener nada para comer en casa.
Aunque la recuperación económica se ha logrado en algunas zonas de Brasil, gran parte de su población se mantiene en la pobreza. De acuerdo a un estudio de la Fundación Getúlio Vargas, para junio de 2022 cerca del 30 por ciento de la población vivía en la pobreza.
Uno de esos casos era el de Miguel y su familia, quien ahora parece que su suerte podría cambiar al hacerse su caso viral en las redes sociales y comenzar a llegar el apoyo que siempre necesitó.
Miguel, el niño que pidió ayuda a la policía por no tener qué comer
Fue el pasado 2 de agosto cuando su historia se dio a conocer por medios locales de la ciudad de Belo Horizonte en Minas Gerais, donde Miguel vive junto a su familia en los suburbios de Santa Luzia.
El pequeño de 11 años en su desesperación por no tener que comer decidió llamar al número de emergencias 190 en donde fue atendido por un operador de la policía de Minas Gerais.
Al preguntarle sobre su emergencia, él contó que no tenía nada en su casa para comer y que tenía hambre. También, afirma que solo vive con su madre y tiene cinco hermanos más.
“Oiga policía, es que aquí en casa no hay nada para comer y yo tengo hambre. Mi mamá solo tiene harina de maíz para comer”, dice el niño en la llamada telefónica.
El operador de la policía siguió con la conversación y le aseguró a Miguel que mandaría a un equipo a su casa para apoyarlo, esto al presentir que se trataba de una situación de maltrato.
La sorpresa para los policías al llegar a la casa de Miguel es que él celebró su presencia porque su familia iba a recibir la ayuda que necesitaban. Los elementos parte de la compañía 69 del Batallón 35 que atendieron el llamado entonces decidieron juntar dinero y acudir al supermercado más cercano para comprar productos para la familia.
Al platicar con los policías, el encargado de la tienda a la que acudieron también decidió realizar una donación a ellos al enterarse del caso.
La familia de Miguel comienza a recibir gran ayuda
Después de darse a conocer el audio de la llamada de Miguel con la policía y la realidad de su caso, en Brasil su caso se volvió viral y una gran cantidad de gente mostró su interés de ayudarlo y de conocer más sobre él.
La madre de Miguel, Celia Arquimino Barros, dio a conocer su situación. Ella es madre soltera de ocho hijos, de los cuales seis viven con ella y tiene 46 años. Como muchas personas, ella quedó desempleada a causa de la pandemia y, a pesar de tener varios trabajos temporales, no ha logrado la estabilidad laboral.
Debido a esto, son pocos los recursos que puede llevar a casa y esta fue una de las peores semanas ya que por tres días solo pudo darle de comer a sus hijos harina y agua. Al ver esta situación, Miguel, el más grande de los hermanos, decidió actuar.
“Sufrimos mucho. No lo olvidaré nunca, porque el hambre duele. Llegas al punto en que no puedes ni levantarte ni hacer nada”, explicó Celia entrevistada por la agencia AFP. “Miguel me vio desesperada y llorando y decidió hacer lo que hizo. Y gracias a Dios ahí cambió todo”.
La llamada de Miguel ocasionó una cadena de buenas acciones a favor de su familia, la cual no deja de recibir donaciones de alimentos, dinero y más en su casa.
“Llegó mucha comida diferente, alguna ni siquiera sé qué es”, afirmó Miguel al ser entrevistado. “Pasé de no tener nada a tener lo suficiente para ayudar a otros”.
Si bien la ayuda que recibió Miguel podrá mantenerlo a salvo por un tiempo, muchos en Brasil han criticado a las autoridades por su falta de atención en ciertas comunidades y a gran número de su población que como el niño de 11 años se mantiene en la pobreza y en sufrimiento por el hambre.
Publicado originalmente en El Sol de Puebla