Un niño de tan sólo tres años murió luego de caerse por una ventana en la casa de su familia, aunque el pequeño no falleció por el impacto, sino por las heridas que le provocaron los ataques de un par de pitbulls que la familia tenía en el patio trasero. Las autoridades ya investigan el suceso.

Todo sucedió en Elizabeth, en Nueva Jersey. Ahí, un niño de tres años se cayó por una ventana de la casa que habitaba junto a su familia. Su cuerpo se impactó en el patio trasero del domicilio, en donde estaban alojados dos perros pitbull, mismos que se vieron sorprendidos por la caída del menor.

El instinto de defensa de los perros al verse sorprendidos por la caída de algo que no sabían qué era, atacaron al menor hasta quitarle la vida, de acuerdo a los testimonios recabados por medios como ABC.

"Vi a la madre, estaba llena de sangre en sus manos, su camisa. Ella me dijo: "¡Mi bebé, mi bebé, fui al baño y mi bebé se cayó por la ventana", declaró a dicho medio una de las vecinas que intentó auxiliar a esta mujer, quien de acuerdo a los testigos, reaccionó de inmediato al ataque e intentó apartar a los perros del niño.

Aunque los médicos hicieron de todo por salvarlo, el pequeño fue declarado muerto poco después de haber sido ingresado al Centro Médico Regional Trinitas. Al darse a conocer el caso, los vecinos declararon que el lugar en donde cayó el menor estaba lleno además de heces, motocicletas y herramientas eléctricas.

Aunque no se han presentado cargos en este momento, Lyndsay Ruotolo, fiscal interina del condado de Union; el jefe de policía de Elizabeth, Giacomo Sacca, y el director de policía, Earl Graves, indicaron que ya se abrió la carpeta de investigación en este caso.