Desde tiempos remotos, una mujer embarazada siempre crea especulación entre familiares, amigos, conocidos y extraños, para conocer el sexo del bebé en camino, mismos que siempre quieren vaticinar si se trata de una niña o de un niño.
A pesar de que, en la actualidad, gracias a los avances de la tecnología es fácil saberlo por medio de una ecografía -siempre y cuando el bebé esté en una posición que permita ver la zona genital mientras se realiza el estudio- o por medio de estudios genéticos, desde hace décadas atrás existen algunas señales que, según la sabiduría popular o la creencia de las abuelitas, pueden ayudarte a saber si tu bebé será un varón o una nena, antes de que nazca.
Si estas embarazada, te exponemos cinco de los mitos más conocidos que desde tiempos remotos se conocen, con algunas pistas que, según el criterio de nuestros antepasados resultaban infalibles.
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La forma de la panza
¿A quién no le han mirado el vientre para saber el sexo del bebé? Esta creencia se trata de que, si al mirarla de atrás no se llega a notar que la mujer está embarazada, porque la forma de la panza es en punta hacia adelante, las abuelas juraban que se trata de un niño. En cambio, si la panza es más ancha y va también hacia los costados, sin duda alguna, se espera una niña.
Con náuseas o sin náuseas
Según la creencia de nuestros antepasados a este arraigado mito, si la futura mamá tiene muchas náuseas durante su embarazo, y sobre todo si la acompañan durante gran parte del día, no hay duda: espera una nena; si por el contario es un embarazo tranquilo, entonces es un varón.
La apariencia de la mujer
Otro de los que seguramente no has escuchado, es que, si la futura mamá se ve más linda que nunca, sin duda es un niño, pero si por el contrario no se ve tan linda como antes del embarazo, está gestando una nena.
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¿Antojos de dulces o de salados?
Las abuelas de antes juraban y perjuraban que si la mamá sentía deseo de comer algo salado o ácido, sin duda alguna el bebé en camino es un niño, pero, si por el contrario los antojos eran de cosas dulces, entonces se trata de una niña.
El tamaño de los pechos
De acuerdo a este mito, si el pecho derecho de la madre es más grande que el izquierdo, el bebé en cuestión es varón. Por el contrario, si es a la inversa, es decir que el seno izquierdo es más voluminoso que el derecho, la que viene es una niña. Entonces, ¿qué dirían si ambos pechos tienen el mismo tamaño?
Publicado originalmente en El Sol de Puebla