Nathan e Isaiah García, de 11 y 14 años, son hermanos que quedaron huérfanos luego que sus padres perdieran la lucha contra el coronavirus y con un dolor aún más intenso después de no despedirse de ellos, reseñó el portal de Telemundo.
El 2 de julio Naomi Esquivel, de 39 años, falleció en Houston, Estados Unidos, tras sufrir cuatro paros cardíacos en esa noche. Los pulmones de la mujer estaban llenos de líquido por culpa de la Covid-19 y su cuerpo no pudo resistirlo más, dijeron los médicos tratantes a la familia.
“Nos dijeron que lo mejor que podíamos decidir era de dejarla ir porque nada más estaba sufriendo (...) tuvimos que dejarla ir”, dijo Jacob Mendoza, hermano menor de Esquivel.
“Lo que más nos duele es que murieron solos por causa de la Covid-19, mi hija tan siquiera tuvimos la dicha de despedirla por teléfono, de entregársela al Señor, decirle que la amábamos mientras ella estaba falleciendo. Pero a mi yerno no lo alcanzamos… murió solo”, expresó la madre de Esquivel, Rita Márquez.
Isaiah dijo a la cadena ABC que al ver a su madre en un ataúd pensó que sería la situación más difícil que enfrentaría en su vida, pero dos semanas después, su padre también muere a consecuencia del coronavirus.
El padre, identificado como Carlos García, de 44 años, ingresó al hospital el 17 de julio tras dar positivo al test y ese mismo día falleció. Tenía condiciones preexistentes como su esposa con quien estuvo 24 años casados. Él estaba enfermo del riñón y ella del hígado.
Los parientes desconocen donde se contagiaron, pero es un ejemplo que evidencia la realidad de miles de familias hispanas que hacen vida en Estados Unidos y se exponen al nuevo virus y pese a eso han tenido que seguir trabajando, tanto por necesidad económica como por estar involucrados en labores esenciales para el país.
