Comarca Lagunera.- Fue a finales de 1998 cuando se presentó un extraño caso en la Comarca Lagunera, en el que ocho integrantes de una pandilla conocida como los ‘Casi Muertos’, intentaron quitarse la vida aparentemente por un pacto suicida que realizaron después de jugar con una ouija, logrando tres de ellos su cometido, mientras que cinco fueron rescatados a tiempo.
De acuerdo a publicaciones en el periódico Noticias de El Sol de La Laguna, los ‘Casi Muertos’ era una pandilla conformada por jóvenes que vivían en un sector del cañón del Huarache del municipio de Lerdo, en el que colindan colonias del poniente de Torreón.
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Los primeros casos
Los ‘Casi Muertos’, cuyo comportamiento se relacionaba con el consumo de drogas cobró celebridad, luego de trascender que por lo menos ocho de ellos había firmado un pacto de muerte, siendo el primero en aparecer sin vida, colgado de una viga, Juan Gerónimo Salas Reyes, en la colonia Benito Juárez del municipio de Lerdo, que colinda con otra de Torreón, en un lugar que a la postre se le empezó a llamar ‘Tejabán de la Muerte’.
No habían pasado 10 días, cuando en el mismo lugar apareció muerto y en las mismas condiciones otro joven, de 20 años de edad, de nombre Hilario Rivas Torres, identificado como integrante del grupo de los ‘Casi Muertos’.
El Pacto
Fue después del segundo caso, cuando trascendió que estos jóvenes habían pactado su auto exterminio, por lo que las autoridades municipales de Lerdo trataron de acudir en su ayuda para intentar reorientarlos y disuadirlos de su fatal empeño, sin embargo, fue poco lo que lograron, dado que ni ellos ni sus familias se prestaban al diálogo. Para principios de noviembre (1998) ya eran dos los muertos y tres más habían intentado seguir su ejemplo, solo que fueron descubiertos y rescatados a tiempo.
Como muestra de que los ‘Casi Muertos’ no cesaban en sus intenciones de cumplir su palabra, el 7 de noviembre el cuerpo de otro de ellos fue encontrado colgando de una viga en una finca abandonada, en la misma colonia Benito Juárez, y a 50 metros del LLAMADO ‘Tejabán de la Muerte’, siendo identificado como Javier Martínez Reyes, de 25 años de edad. En esas mismas fechas, otro integrante de la pandilla fue salvado de ‘las garras de la muerte’, cuando intentaba morir bajo el mismo procedimiento.
Para entonces, esta serie de hechos fatales, que para muchos era el resultado de un espeluznante pacto satánico y para otros un hecho serio con visos de desajustes emocionales, causados por el abuso en el consumo del alcohol y drogas.
¿Quién era el líder del grupo?
Fue con la detención de uno de los jóvenes, miembro de la llamada banda de los ‘Casi Muertos’, siendo este el supuesto líder del grupo, de nombre Juan Carlos Ocampo Valles, de escasos 17 años de edad, a quien llegó a señalarse como el que indujo a sus compañeros a quitarse la vida, luego de haber estado jugando con una ouija, que es un objeto que se le relaciona con prácticas diabólicas y que fue este instrumento el que les indicó que deberían suicidarse.
Al ser interrogado por la policía, dijo en sus declaraciones que a mediados de septiembre se encontró una ouija, misma que llevó a su barrio y al mostrarla a sus amigos, se interesaron en jugar con ella, comentándose que era él quien sabía manejarla.
Juan Carlos, supuesto líder del grupo, relató que respecto al pacto suicida, se enteró hasta que apareció el primer ahorcado, Juan Gerónimo, de quien dijo era muy apreciado y que cuando era velado, siete de sus amigos firmaron en una camiseta un acuerdo, mientras musitaban: ‘Juan, te seguiremos’, luego depositaron la prenda en el ataúd, de tal manera que fuera sepultada junto con él.
En todo momento, el interrogado se mantuvo a la defensiva, negando que él tuviera influencia sobre sus amigos y que mucho menos era cierto que los indujera a través de la ouija a quitarse la vida.
¿Pacto o coincidencia?
A partir de las declaraciones de Juan Carlos, de quien se decía había manipulado a sus compañeros de banda para atentar contra su vida, no se volvió a saber más de nuevos capítulos de este extraño caso, siendo tres los ‘Casi Muertos’ que se ahorcaron y cinco los que lo intentaron y no alcanzaron su objetivo, quedando para siempre el misterio si se trató en realidad de un pacto suicida que se les ordenó a través de la ouija o si fue simplemente una coincidencia el que trataran de acabar con su existencia por diferentes cuestiones personales.
