¿Cuántas veces has oído hablar de "dormir la siesta"? Esta expresión tan común se refiere a la práctica de descansar unos minutos después de comer para recargar energías y afrontar el resto del día. Pero, ¿de dónde proviene esta tradición y cuáles son algunos datos curiosos relacionados con la siesta?
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¿Por qué dormimos ‘la siesta’? Origen de la expresión
El término "siesta" tiene su origen en la "hora sexta romana", que correspondía al mediodía. Sin embargo, la expresión "dormir la siesta" encuentra su raíz en la regla de San Benito. Este patrón de Europa, creador de la 'Regula monasteriorum', estableció la hora sexta como un momento de silencio y descanso para los monjes. Siguiendo esta regla, los monjes debían acostarse en silencio durante la hora sexta para descansar. Con el tiempo, esta costumbre se extendió a otros monasterios y posteriormente fue adoptada por la población no religiosa.
Resulta interesante saber que existen diferentes tipos de siestas. Además de la siesta después de comer, hay una conocida como "siesta del carnero". Esta se realizaba una hora antes de la comida y recibió su nombre porque los pastores la practicaban a la sombra de un árbol mientras sus rebaños pastaban.
Según datos de 'El País', el 58,6% de los españoles no duermen siestas, mientras que solo el 16,2% lo hace a diario. De hecho, Alemania es el país europeo con mayor porcentaje de siestas (22%), seguido por Italia (16%) y Reino Unido (15%), según informa 'Te Interesa'.
¿Cuánto tiempo dura una ‘siesta’?
¿Sabías cuánto tiempo se considera ideal para una siesta? Según los expertos, 26 minutos es el máximo recomendado para obtener un descanso efectivo y reparador. Si se excede de este tiempo, se puede entrar en una fase de sueño profundo, lo que dificulta despertarse y ponerse en marcha.
Además de ser un momento de descanso, diversos estudios han demostrado que la siesta tiene beneficios para la salud en general. Estimula la circulación sanguínea, reduce el estrés y mejora la capacidad de atención y concentración en tareas como la suma, el razonamiento lógico, el tiempo de reacción y el reconocimiento de símbolos, según afirma Jessica Leavitt.
La historia y las curiosidades que rodean a la siesta nos muestran que esta práctica no solo forma parte de la cultura española, sino que ha sido adoptada en diferentes países y cuenta con beneficios comprobados para nuestra salud y bienestar. Aprovecha esos minutos después de comer para disfrutar de una siesta y recargar energías para el resto del día.