Se trata del primer rebrote que informan las autoridades sanitarias chinas desde el pasado mes de julio. En medio de la emergencia se han ordenado más de nueve millones de pruebas de ácido nucleico.
El reciente rebrote de coronavirus SARS-CoV-2 en la ciudad oriental china de Qingdao les ha costado el puesto al director de la Comisión Municipal de Sanidad de Qingdao, Sui Zhenhua, y al presidente del Hospital de Dolencias Pectorales de la urbe, Deng Kai.
La Comisión Municipal de Sanidad anunció este jueves 15 de octubre la suspensión de Deng en el cargo, así como el inicio de una investigación sobre su conducta, mientras que el Comité Municipal del Partido Comunista de China hizo lo propio con Sui, según informó la agencia estatal de noticias Xinhua.
El informe publicado por la Comisión Municipal de Sanidad de Qingdao da cuenta de un nuevo caso confirmado de coronavirus, un estibador de 40 años del puerto de la ciudad, quien —al igual que otro de sus compañeros― aparecía catalogado como asintomático desde el pasado 24 de septiembre y que solo ahora ha comenzado a padecer síntomas de la enfermedad.
China no añade a los pacientes a la lista de casos confirmados de COVID-19 a menos que manifiesten síntomas, pese a haber dado positivo en las pruebas. Los dos estibadores detectados como asintomáticos el 24 de septiembre recibieron tratamiento médico en el Hospital de Dolencias Pectorales de Qingdao. La prensa local, citando fuentes anónimas empleadas en el centro, apunta a que se habría producido una infección interna a partir de la mala desinfección del aparato de tomografía axial computarizada (TAC) después de su uso por parte de un paciente infectado.
El nuevo caso confirmado habría tenido así un periodo de incubación de unos veinte días, cuando la media suele rondar las dos semanas.