Profesora de universidad es obligada a renunciar tras subir fotos en bikini en Instagram

La docente de 31 años informó que se tomó las imágenes antes de comenzar a trabajar en la universidad

Jesús Noé Suárez | El Sol de Puebla

  · martes 30 de agosto de 2022

El abogado de la maestra le recomendó levantar una denuncia por acoso sexual. Foto: ilustrativa Pixabay

Una docente de la India fue despedida por compartir una fotografía en bikini en sus redes sociales, ella aseguró que las autoridades académicas actuaron de manera arbitraria en su contra, por lo que pidió el apoyo del gobierno para que la ayudarán a resolver este problema, pues explicó que su baja fue injustificada y no quiere que su caso se quede impune.

La profesora dijo que fue un padre de familia quien se quejó con los directivos, pues comentó que esas imágenes eran inapropiadas, ya que eran una mala influencia para su hijo. Esto provocó que el rector de la institución se molestara y le dijo que una persona con su cargo debe tener cuidado con lo que pública, además, estaba fallando a su valor como mujer.

Al poco tiempo de que esta historia se hiciera popular en todo el país y en distintas partes del mundo, los trabajadores del colegio fueron cuestionados para que dieran más detalles acerca de los motivos que los llevaron a tomar esa decisión, sin embargo, ellos señalaron que las cosas no ocurrieron así y que fue la maestra quien decidió renunciar.

La maestra fue interrogada

La docente de 31 años, quien pidió que mantuvieran su nombre en el anonimato, dijo que el 9 de agosto del 2021 entró a trabajar a la Universidad de St Xavier, que es una escuela privada de alto prestigio en la ciudad de Kolkata. La contrataron para que diera clases de inglés en licenciatura y posgrado.

En cuanto le dieron el empleo, ella puso su cuenta de Instagram en privado para que sus alumnos no vieran las cosas que ella compartía. Un día la llamaron para que se reuniera con el vicerrector Felix Raj, el secretario Ashish Mitra y cinco mujeres que formaban parte del comité.

En entrevista para la BBC, ella explicó que en la reunión le dijeron que el padre de uno de los estudiantes descubrió a su hijo estaba viendo en su celular fotografías de ella en las que aparecía en ‘ropa interior’. El tutor del joven aseguró que esas publicaciones eran sexualmente explícitas y ponían en riesgo la integridad del estudiante.

Por ese motivo, les solicitó a los administrativos que intervinieran. Luego de que le expusieran el caso, le dieron sus fotografías impresas, para comentarle que no debía usar esas prendas, ya que las docentes de su escuela necesitan cubrir con un código vestimenta.

Ella les contestó que esas imágenes las difundió semanas antes de que comenzara a trabajar en esa escuela, asimismo explicó que las posteó en Instagram como ‘historias’, esto quiere decir que luego de 24 horas se borraron, y no entiende como llegaron a las manos de ese joven, sin embargo, ellos ignoraron sus comentarios.

"Me dijeron que estaba llevando desprestigio y vergüenza a la universidad. Me preguntaron si mis padres estaban en Instagram y si habían visto esas fotos. Sentí nauseas y estaba en shock", contó la docente a la BBC.

La renuncia forzada de la docente

La profesora mencionó que la jefa de la unidad de género, así como otras integrantes del consejo, le recomendaron redactar una disculpa dirigida hacia el rector.

En la misiva ella colocó que no era su intención generar ese efecto: "Si mis imágenes fueron interpretadas de una manera que pudo empañar la reputación de la universidad, entonces lo lamento", redactó.

Ella pensó que con el escrito su problema estaría arreglado, pero al final la despidieron, ya que el comité consideró que la mayoría de los alumnos conocían esas imágenes, esto provocaría que nadie la tomara en serio, y que las madres y padres se molestaran, por eso lo mejor sería que se fuera.

De esta forma fue como la separaron de sus funciones, no obstante, ella indicó que buscó asesoría legal, pues alguien descargó las fotografías sin su consentimiento; en este sentido, detalló que su abogado le recomendó levantar una denuncia por acoso sexual.

Más tarde, la universidad fue cuestionada por estos señalamientos, y explicaron que la profesora dejó su puesto de trabajo por su propia voluntad. En consecuencia, le respondieron a la maestra con una demanda por difamación y le exigieron 990 millones de rupias, que dan un aproximado de 40 millones de pesos mexicanos.

Publicado originalmente en El Sol de Puebla