La historia de la Laguna tiene muchas aristas poco conocidas. Es por ello que se suelen hacer grupos enfocados a esto, con el único fin de recordar y conmemorar el pasado de la región Lagunera. Tal es el caso de la historia e importancia de un personaje. Te contamos la historia de don Federico Wullf y la casa del Cerro.
Uno de los destinos turísticos más conocidos y visitados en La Laguna es la Casa del Cerro, museo que recibe a cientos de visitantes cada semana, y con el cual se suele contar parte de la historia de la región, pero ¿conoces la historia de este lugar y su arquitecto?
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¿Quién fue Federico Wullf?
Dentro de la historia de Torreón, existe un personaje destacado que contribuyó de manera significativa al desarrollo de esta gran ciudad: Federico Wullf. Aunque no era de nacionalidad mexicana, siendo originario de San Antonio, Texas, Wullf se identificó profundamente con la gente de la región lagunera y dejó un legado impresionante a través de sus obras.
Nacido en 1856 y fallecido en 1949 a los 93 años, Federico Wullf provenía de una familia de ascendencia alemana y española. Siguiendo los pasos de su padre, quien era de origen alemán, Wullf fue enviado a Alemania junto con dos de sus hermanos para completar su educación. Tras graduarse como ingeniero civil y arquitecto en la University of Hannover, regresó a Estados Unidos en 1876 para comenzar su carrera profesional.
En 1881, Wullf llegó a lo que entonces era el rancho del Torreón, contratado por los señores González Treviño de Nuevo León para realizar un levantamiento topográfico en un predio agrícola que habían adquirido. Durante su estancia, contrajo matrimonio con Linda Gross y juntos tuvieron seis hijos, cuatro de los cuales nacieron en México, siendo Torreón el lugar de nacimiento de uno de ellos. Uno de sus hijos, Tulita, escribió una obra titulada "Tulitas of Torreón", que ofrece una descripción de la vida en Torreón a principios del siglo XX y se ha convertido en una referencia para quienes investigan sobre la historia de la ciudad.
En 1887, Andrés Eppen Ascherborn solicitó los servicios del ingeniero Wullf para trazar y delimitar los terrenos donde se establecería la colonia de la estación del Torreón. Durante este proyecto, Wullf estableció que las calles y avenidas debían tener 25 varas de ancho, mientras que las manzanas debían medir 100 varas por lado. Sin embargo, debido a las cintas de medir utilizadas por el ingeniero, que eran de medida norteamericana, las calles y avenidas terminaron midiendo 25 varas y 12 pulgadas (aproximadamente 21 metros y 20 centímetros), y las manzanas tenían dimensiones de 101 varas y 4 pulgadas por lado (alrededor de 84 metros y 63 centímetros).
Entre las obras arquitectónicas más destacadas de Federico Wullf en la ciudad de Torreón se encuentra la famosa Casa del Cerro, un ícono de la región. Además, construyó el Hotel Salvador en la intersección de Hidalgo y Zaragoza, caracterizado por sus hermosas canteras labradas. Otro de sus notables proyectos fue el gran edificio ubicado en la esquina de Juárez y la calle Cepeda. También dejó su huella al construir la presa de Guadalupe, entre Francisco I. Madero y San Pedro, en el estado de Coahuila.
El trazo urbanístico realizado por Federico Wullf, que permitió el adecuado desarrollo planificado de esta gran ciudad, basta para posicionarlo en la galería de personajes destacados que contribuyeron a forjar el crecimiento de Torreón.
La historia de Federico Wullf y su impacto en el desarrollo arquitectónico y urbanístico de Torreón, Coahuila, es un testimonio valioso de la visión y el legado de aquellos pioneros que han dejado una marca perdurable en la historia de esta próspera ciudad.