La vida de don Arturo Orona Gámez está llena de logros y acciones en beneficio de los campesinos de la región lagunera. Reconocido tanto a nivel nacional como internacional, este destacado líder ejidal se convirtió en un gran promotor de los ejidatarios, brindándoles asesoría y organización para impulsar la producción agropecuaria en sus tierras.
Nacido el 4 de mayo de 1908 en el barrial de Guadalupe y criado en la flor de Jimulco, don Arturo Orona Gámez experimentó desde temprana edad las dificultades y el trabajo duro en el campo. Huérfano a los seis años, se dedicó a diversas labores como peón, mesero, cargador, ordeñador, dependiente, corralero y comerciante ambulante. A pesar de no haber tenido acceso a una educación formal, aprendió a leer y escribir de manera autodidacta.
En 1935, participó en la formación de un sindicato y un año después, en 1936, durante el reparto agrario en la región lagunera, con tan solo 28 años de edad, fue parte de la integración de los primeros comités agrarios. Además, fundó la "Unión Sociedades Ejidales", que posteriormente se convirtió en la "Asociación 40-69", con un amplio plan de actividades para la industrialización del campo y el impulso de actividades agrícolas y ganaderas. También creó la "Mutualidad de Seguros Agrícolas", que rápidamente alcanzó un capital de 35 millones de pesos.
Don Arturo Orona Gámez se destacó como gestor de obras públicas, incluyendo la construcción de carreteras, canales y todo lo necesario para mejorar la calidad de vida de la población rural. Promovió el cultivo del algodón, maíz y vid, así como la implementación de servicios de salud para los habitantes del campo. Además, participó en la formación de la Central Campesina Independiente, la Unión de Sociedades Ejidales de la Laguna y el Seguro Social.
Su intensa actividad social le permitió entablar amistad con varios presidentes de la república, quienes reconocieron su gran labor. Como embajador de la paz y el trabajo, viajó por varios países de Europa, Asia y Sudamérica, donde fue reconocido como un impulsor destacado de la actividad agrícola, gracias a su visión y compromiso.
Otro aspecto importante de la vida de don Arturo Orona Gámez fue su apoyo a las escuelas rurales, promoviendo su construcción y mejora. En tiempos difíciles para la agricultura, impulsó planes de emergencia ante el gobierno federal, como el revestimiento y construcción de canales de riego.
Por su incansable labor a favor del campo, don Arturo recibió reconocimientos de personalidades como Salvador Allende e Indira Gandhi. Además, el Ayuntamiento de Torreón lo nombró ciudadano distinguido por su dedicación y aportes al campo, una labor que inició a los 17 años de edad. Este gran líder ejidal falleció en la ciudad de Torreón el 19 de agosto de 1990, dejando un legado imborrable en la historia de la región.
La historia de don Arturo Orona Gámez es un ejemplo de determinación, liderazgo y lucha por el bienestar de los campesinos. Su legado perdura como inspiración para las generaciones futuras, recordándonos la importancia de valorar y apoyar a quienes trabajan la tierra y contribuyen al desarrollo de nuestras comunidades.