La historia de Torreón se enriquece con figuras destacadas que han dejado un legado imborrable en la memoria colectiva de la ciudad. Una de estas figuras es Beatriz González Navarro de Montemayor, recordada por ser la primera directora del Archivo Municipal de Torreón y galardonada con la Medalla Magdalena Mondragón como Ciudadana Distinguida en la década de los noventa por el Republicano Ayuntamiento de Torreón.
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¿Quién fue Beatriz González?
Beatriz González nació el 4 de mayo de 1925 como la segunda hija de Fernando González Fariño y Beatriz Navarro de González. Desde una edad temprana, desarrolló una pasión por la aviación, influenciada por su padre, quien era propietario de una avioneta. Aprendió a pilotear y se convirtió en la segunda mujer piloto en México en recibir una licencia para volar una avioneta, lo que le permitió realizar viajes regionales, incluyendo uno que llegó hasta Monterrey, Nuevo León.
En 1945, contrajo matrimonio con Antonio Agustín Montemayor, con quien tuvo una hija llamada Beatriz. A lo largo de su vida, enfrentó diversos desafíos y cambios de residencia, incluyendo una mudanza a Monterrey, donde se involucró en la negociación de instrumentos musicales Gonher junto a uno de sus hermanos.
Los logros y contribuciones de Beatriz González en la historia de Torreón son notables:
En 1976, fue nombrada directora del recién inaugurado Museo Regional de La Laguna.
Participó en un diplomado en museografía en el Instituto Nacional de Antropología y colaboró en el montaje del Museo del Palacio de Cortés en Cuernavaca.
En 1987, asumió la dirección del Centro Cultural Pablo C. Moreno y fundó la Sección de Astronomía junto a Joaquín Sánchez Matamoros.
En septiembre de 1991, recibió el premio "Magdalena Mondragón" como Ciudadana Distinguida, un reconocimiento a su dedicación y contribución a la comunidad lagunera.
- En diciembre de ese mismo año, se convirtió en la directora del Archivo Municipal y Centro Histórico "Eduardo Guerra", donde destacó por su labor en la organización y rescate de documentos, incluyendo actas de cabildo desde la década de los veinte.
Beatriz González Navarro de Montemayor dejó una huella imborrable en la historia de Torreón, contribuyendo significativamente al patrimonio cultural y a la preservación de la memoria de la ciudad. Su legado perdura como un testimonio de dedicación y amor por la comunidad lagunera.