Además de la retribución económica que te otorga tu empresa por los servicios que le prestas, esta debe otorgar una compensación emocional a fin de mantener el ánimo de sus empleados, con la finalidad de que los resultados que obtenga la compañía sean cada vez mejores, además de disminuir la rotación de personal.
Y es que esta práctica que sirve para incentivar a los empleados de una manera independiente a la monetaria, forma parte de la cultura de cada empresa que busca cuidar la salud mental de sus colaboradores, pues estos son quienes impulsan a una marca.
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Un salario o compensación emocional, es todo aquel beneficio que no tenga relación con una compensación económica y que está enfocado el bienestar físico, mental y emocional de los trabajadores, para promover la motivación y la productividad, aunque este no puede ser medible, pues es considerado dentro de un valor subjetivo.
¿CÓMO IMPLEMENTAN LAS EMPRESAS UN SALARIO EMOCIONAL?
Lo primero que hay que puntualizar es que este concepto va ligado a la cultura organizacional, por lo que las actividades en muchas ocasiones van ligadas a generar un vínculo entre empresa y colaboradores a fin de lograr la retención de talento, además de buscar transformar el empleo en un estilo de vida y atraer nuevos prospectos.
Uno de estos aspectos es generar un balance entre trabajo y vida personal, pues al considerar que fuera de los empleos, las personas tienen diversos asuntos que atender dentro de su vida personal, generará la retención del talento mediante un equilibrio entre trabajo y vida privada, dando un sentimiento de paz que a su vez mejora el ambiente labial.
Otro aspecto es el desarrollo continuo, pues beneficia de manera directa tanto al trabajador como a las empresas al otorgar oportunidades de formación continua a la base laboral, haciendo que cada colaborador crezca tanto profesional como personalmente.
Finalmente, también se consideran algunos aspectos financieros, pues pese a que se considere como un apoyo no remunerado, el otorgar beneficios para el apoyo económico de los trabajadores, como los son los préstamos personales, o cursos y talleres sobre educación financiera, servirán de motivación.
Nota publicada originalmente en: El Sol de Puebla