A pesar de tomar todas las medidas necesarias para mantenerse alejada de la sociedad, de la vida en público y de contacto con cualquier personas ajena a su domicilio, una abogada se aisló y trabajó en el modo Home Office, aún así, se contagió de Covid-19.
Este es el caso de Myrna, una abogada, esposa, madre de dos hijos y triatleta de 38 años de edad; ella vive en Monterrey y empezó con síntomas el 29 de marzo, dos días después tenía insuficiencia respiratoria.
“No tengo idea donde me pude haber contagiado, no he viajado y tuve los cuidados que las autoridades compartieron... No he estado en contacto con nadie que haya dado positivo ni con nadie que tuviera síntomas”, señaló Myrna.
La abogada cuenta que los primeros síntomas que tuvo fue debilidad, escalofríos, ardor en ojos y poca fiebre, lo que confundió con un resfriado común.
Pero la alerta llegó cuando de un día para otro perdió el sentido del gusto y el olfato, a esto se le unieron dolor en el pecho, garganta, cabeza, articulaciones, confusión sudoración nocturna, pérdida de apetito, pies fríos, dificultad para respirar, exceso de cansancio, oídos tapados y tos seca.
El lunes 30 de marzo y ante tantos síntomas, Myrna pidió una prueba a domicilio de Covid-19 y por la cual pagó 4 mil pesos. Finalmente, el miércoles 01 de abril llegó personal del laboratorio a su departamento y le realizaron el test.
Luego de 48 horas, el resultado llegó vía correo electrónico: POSITIVO. “Cuando vi la prueba que salió positivo me puse muy nerviosa y lloré mucho, porque lo primero que pensé es que no iba a poder estar con mi familia, fue muy doloroso pensar, sentir y vivir eso”.
Myrna se destaca por haber hecho ejercicio a lo largo de su vida, incluso representó a México en el Campeonato Mundial de Triatlón en Auckland, Nueva Zelanda y asegura llevar una dieta balanceada.
“Esta debilidad nunca la había sentido con otros virus o bacterias que me han dado, en diciembre traje influenza, pero siento más golpeado mi cuerpo ahora”, dijo.
Los médicos recomendaron a la abogada tomar paracetamol, reposar lo más que pueda, beber muchos líquidos e ingerir cítricos, pero le aclararon que en caso de una complicación necesitaría antibiótico y en caso extremo, hospitalización.
Myrna dice que lo que más les pesa es la soledad, la distancia con su familia, asegura que "es una enfermedad solitaria, mi esposo se llevó a nuestros dos hijos a otro lugar para evitar el contagio y han pasado 10 días sin verlos, solamente los veo mediante videollamadas.
El retorno a un vida normal parece distante y por ahora tiene que esperar 21 días desde el diagnóstico de la enfermedad, porque hay casos donde pese a la cuarentena siguen dando positivo.
Su esposo e hijos no han presentado síntomas, por lo que le dicen que no es necesario que les realice la prueba, aunque ella quisiera que ahora que el gobierno anunció pruebas gratuitas pudieran realizárselas, ya que podría tratarse de casos asintomáticos y deben tomar precauciones.