Torreón, Coahuila. - Una de las pandemias más mortales de la historia fue la Peste Negra. Se dio a mediados del siglo XIV y acabó con casi el 70% de la población de Europa; de acuerdo con la literatura médica de la época los síntomas eran tos con sangre, inflamación de los ganglios linfáticos y fiebre por encima de 40 grados. Una vez que aparecía la sintomatología el enfermo no vivía más de cinco días.

‘Cuarentena’ viene ‘quaranta giorni’, que significa "cuarenta días". Los médicos venecianos de aquel tiempo se dieron cuenta de que el periodo entre contagio, síntomas y muerte era de 39 días, por lo que desde esa época se llevó a cabo la práctica de la cuarentena.

La peste negra duró siete años, de 1346 a 1353, época en la que las condiciones de higiene no eran las actuales y la medicina estaba en su prehistoria.

Por otra parte, la viruela, que terminó por hundir a México fue en Tenochtitlan, duró cerca de un año, de 1520 a 1521. Llegó a nuestro país cuando el ejército de Pánfilo de Narváez fue enviado para detener a Hernán Cortés.

Fray Toribio, franciscano historiador, narraba en sus crónicas que los aztecas tenían la costumbre de bañarse juntos y detallaba “morían como chinches, a montones” de viruela.

Para 1918 llegó la gripe española, una pandemia corta pero muy mortífera; duró casi dos años y mató alrededor de 50 millones de personas. Los síntomas eran fiebre muy alta, mucho dolor de oídos, malestar general, diarreas y vómitos ocasionales.

Los médicos usaron altas dosis de aspirina, remedios con arsénico, mezcla de tónicos y mucho más, sin embargo, no fueron eficaces y se incrementaron las muertes, pues además las personas fallecían por una neumonía bacteriana secundaria.

En la actualidad los más vulnerables a la gripe son los niños y los ancianos, pero esta pandemia afectó a los adultos de entre 20 y 40 años de edad.

En 1920 se hizo famosa la mascarilla de tela y gasa con las que la población se sentía más segura, en el verano de ese año la gripe española se acabó.