El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común y la principal causa de muerte en mujeres a nivel mundial, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), una entidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta enfermedad también representa una importante causa de discapacidad entre las mujeres en comparación con otros tipos de cáncer, lo que subraya la necesidad de centrarse en la prevención y el diagnóstico temprano durante todo el año, no solo en octubre, conocido como el "Octubre Rosa".
Según datos de la OPS, en el año 2020, más de 100,000 mujeres perdieron la vida debido al cáncer de mama en las Américas, y se diagnosticaron casi 500,000 nuevos casos en el mismo período. Cabe señalar que, aunque menos común, el cáncer de mama también puede afectar a los hombres, representando menos del 1% de todos los casos, según el Ministerio de Salud de Brasil.
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¿Cómo se detecta el cáncer de mama? Mamografía, ecografía y palpación
La mamografía, una radiografía de alta calidad, es considerada la prueba más importante para prevenir y detectar el cáncer de mama en sus primeras etapas. El Dr. Alexandre Pupo, jefe del servicio de mastología del Hospital Sirio-Libanés de São Paulo, especializado en oncología ginecológica por la Universidad de São Paulo (USP), explica que la mamografía permite observar cambios en el tejido mamario, identificar nódulos y microcalcificaciones.
La mamografía es esencial, ya que puede detectar alteraciones precursoras del cáncer de mama e incluso la enfermedad en sus primeras etapas, a menudo antes de que se forme un nódulo sólido, cuando mide menos de un centímetro. El Dr. Pupo enfatiza que las mujeres deben comenzar a realizarse mamografías a partir de los 40 años y repetirlas anualmente hasta los 74. En casos de antecedentes familiares de cáncer de mama, se recomienda comenzar antes, a partir de los 35 años o incluso antes.
Además de la mamografía, hay otras pruebas que pueden ayudar en la detección temprana del cáncer de mama, especialmente en mujeres más jóvenes. La ecografía mamaria es una opción que utiliza ondas para identificar diferencias entre un nódulo sólido y un quiste mamario. La autoexploración o palpación mamaria también es importante, aunque solo puede detectar lesiones de mayor tamaño en comparación con la mamografía. Por último, la resonancia magnética se utiliza en casos excepcionales, principalmente para pacientes con un riesgo extremadamente alto debido a antecedentes familiares o tratamientos previos de radioterapia en la zona del tórax.
La detección temprana y las pruebas preventivas son cruciales en la lucha contra el cáncer de mama. Todas las mujeres deben conocer sus opciones y seguir las recomendaciones médicas para garantizar un diagnóstico oportuno y mejorar las posibilidades de curación. La prevención y la detección temprana son fundamentales en la lucha contra esta enfermedad devastadora.
