Un equipo de científicos de la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Francisco de Vitoria ha llevado a cabo un estudio innovador utilizando realidad virtual como herramienta para analizar las respuestas al estrés y prevenir el consumo de alcohol y cannabis en jóvenes.
A través de un laberinto virtual elevado, diseñado para recrear entornos altamente estresantes y controlados, los investigadores exploraron las respuestas de los jóvenes según sus niveles de consumo. El estudio se basó en la premisa de que eventos estresantes pueden desencadenar situaciones de riesgo que llevan al consumo de sustancias, y la realidad virtual inmersiva se utilizó para aumentar la ansiedad en un entorno controlado.
Los participantes fueron divididos en tres grupos: aquellos con consumo problemático de alcohol, los que consumen alcohol y cannabis, y un grupo de control sin consumo de estas sustancias. Durante el estudio, se evaluaron respuestas conductuales, psicológicas, fisiológicas (incluida la frecuencia cardíaca) y hormonales, como los niveles de cortisol en saliva, antes, durante y después de experimentar situaciones estresantes.
"Gracias al análisis de saliva y a la utilización de sensores se pudieron medir variables como la frecuencia cardíaca, la actividad electrodermal, y los niveles de cortisol y alfa-amilasa. Estas medidas proporcionan información valiosa sobre cómo el cuerpo y el cerebro de los jóvenes reaccionan ante el estrés, y su posible relación con el consumo de sustancias", explicó Román D. Moreno, investigador y profesor de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad Francisco de Vitoria.
El estudio se enfocó en identificar cuándo el consumo deja de ser una búsqueda de placer para convertirse en una huida continua del malestar y estrés asociado con el mantenimiento de la adicción. Los resultados permitieron a los investigadores detectar alteraciones en la respuesta al estrés de manera temprana, especialmente en entornos controlados de realidad virtual.
Román Moreno señaló que este enfoque permitió explorar qué tipo de alteraciones podrían identificarse antes de que se desarrolle una adicción. Además, destacó que las diferencias observadas en la conducta y las respuestas fisiológicas podrían utilizarse para detectar a jóvenes en riesgo de futuras adicciones graves o morbilidades vinculadas al estrés.
En conclusión, el uso de realidad virtual en este estudio ofrece nuevas opciones para comprender y abordar las adicciones, permitiendo el desarrollo de estrategias de prevención centradas en aspectos emocionales, cognitivos, psicológicos y fisiológicos. Este enfoque innovador destaca el papel crucial de la tecnología en la investigación y prevención de problemas de salud mental y adicciones en la juventud.